Tal vez sea el dato macroeconómico más positivo de las últimas semanas: la diferencia entre los ingresos y los pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, se redujo más de la mitad durante el primer trimestre del año, hasta los 900 millones de euros. En 2019, el déficit de la balanza de pagos ascendió hasta 2.000 millones.
En el comunicado remitido este miércoles, el Banco de España explica que este descenso se ha logrado gracias al menor déficit de la balanza de bienes y de la renta secundaria (transferencias corrientes) y al alza del supéravit de la renta primaria (incluye las rentas del trabajo y de la inversión).
Estamos hablando de un déficit de la balanza de bienes de 6.300 millones de euros (en 2019 fueron 8.500 millones) y de un superávit de la balanza de servicios de 1.700 millones (un año antes fueron 8.500 millones).
Como se pueden imaginar, fueron el turismo y los viajes los que más redujeron su superávit: 5.400 millones de euros menos, esto es, pasó del superávit de 10.200 millones de 2019 a 4.800 millones este año. Por el contrario, los servicios no turísticos aumentaron su superávit, aunque sólo 600 millones, hasta los 3.700.