“La actividad turística ha retrocedido a niveles de hace 25 años”, ha afirmado este miércoles José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, durante la presentación del informe acerca del impacto de la pandemia en el sector turístico español. Los datos son tremendos y las perspectivas, también. Si no se toman medidas urgentes se podrían destruir 750.000 empleos antes de fin de año.
Eso es lo malo: nada hacer indicar que el Gobierno de Pedro Sánchez vaya a poner remedio a la situación. La propia asociación, siempre moderada en sus mensajes, ha acusado al Ejecutivo de ignorar sus propuestas.
“Las dramáticas perspectivas para el cuarto trimestre de 2020 y la muy reducida visibilidad para el primer semestre de 2021 exigen de la mayor urgencia, concreción de medidas y sobre todo, dotación presupuestaria para ayudas directas, como en otros países, para salvaguardar la existencia del mayor número de empresas y negocios viables del sector turístico español. Medidas que venimos reclamando en Exceltur, con muy baja receptividad, lentitud e intensidad real, desde que presentamos en mayo al Gobierno y a la Comisión de Recuperación del Congreso, el Plan Renacer Turismo Español 2020-2023”, señala el comunicado.
Las perspectivas a corto plazo para las empresas turísticas son desastrosas, como hemos señalado anteriormente, con caídas de ventas superiores al 77% en el cuarto trimestre, según una encuesta de la propia Exceltur. La caída de la actividad ha provocado, además, el desánimo en el sector: sólo el 10,2% de los empresarios atisban una recuperación en 2021, frente al 51,2% de junio.