Cellnex se consolida como uno de los grandes operadores de torres de telecomunicaciones, más amigas de conexiones inalámbricas que de otra cosa. La empresa catalana, antes de Abertis, ahora de Edizione (grupo Benetton), ha adquirido el operador de torres de telecomunicaciones portugués OMTEL, la logística tradicional de Portugal Telecom.
OMTEL opera los 3.000 emplazamientos por los que Cellnex pagará (contando deuda) 800 millones de euros, tras una negociación, al menos relación, muy larga, que viene incluso de antes de la salida de Cellnex a bolsa (2015).
La mancha de aceite que naciera en España con Abertis Telecom se extiende. Cellnex está en España, ahora también en Portugal, Francia, Italia, Suiza, Holanda y, más allá del Canal de la Mancha, en Reino Unido e Irlanda.
La empresa aún cuenta con una liquidez disponible de 4.600 millones de euros y continúa siendo el valor más mimado en la Bolsa de Madrid
El siguiente paso: Centroeuropa, Alemania incluida, aunque se trata de un objetivo muy ambicioso, pero hasta la frontera rusa quedan mucho países como: Austria, República Checa, Eslovaquia o Polonia.
La empresa aún cuenta con una liquidez disponible de 4.600 millones de euros y continúa siendo el valor más mimado en la Bolsa de Madrid.
Hagamos cuentas: en las dos ampliaciones de capital Cellnex obtuvo 3.700 millones de euros. Ahora mismo cuenta con una caja de 2.400 millones más líneas de crédito por valor 4.200 millones, aunque, ojo, de estos 4.200 millones ya están comprometidos 2.200 para el pago de la megacompra británica (Arqiva). Conclusión: el total de liquidez disponible para nuevas adquisiciones se eleva a 4.600 millones de euros.
Y el reto, insistimos, está en Centroeuropa. Todo ello, en relación con la ‘doctrina Vodafone’, ahora también ‘doctrina Orange’ y ‘doctrina Telefónica’, que consideran que hay que segregar las infraestructuras de la operativa de una teleco. Ahora bien, se puede segregar para vender o segregar para quedárselo. Si es para lo primero, Cellnex siempre se pondrá a la cola.