El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, un pésimo ministro de Economía francés convertido hoy en el maestro de Europa, ha felicitado a España. Se trata de un ditirambo envenenado: al tiempo que le felicitaba por abandonar el 'procedimiento de déficit excesivo' (PDE) le animaba a seguir haciendo reforma, es decir, ajustes, en los términos ya sabidos. Para entendernos. Otros 7.000 millones de euros.
Eso, a un Gobierno al que tanto le gusta gastar. Se trata de una felicitación envenenada, porque España llevaba 10 años en el PDE y ahora ya puede presumir de tener un déficit fiscal por debajo del 3%, aunque todavía está suspendida en el otro parámetro: una deuda pública no superior al 60% del PIB cuando en nuestro país anda por el 97%. En cualquier caso, el veneno venía después: Moscovici recuerda a España que debe seguir haciendo reformas. Y esto porque el consenso general sobre la economía española desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa puede resumirse así: vamos bien, pero cada día vamos peor. O por decirlo de otra manera, la economía española...todavía bien.
Crecemos, pero crecemos menos, aumentamos el empleo, pero menos que hace un año
Todos los parámetros así lo indican. Seguimos creciendo, pero crecemos menos que hace un año. Las cifras de paro, correspondientes al mes de mayo, que han llevado a la borrachera eufórica a la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, son buenas, pero creamos menos empleo que en mayo de 2018.
Lo mismo ocurre con la balanza de pagos: seguimos en superávit comercial, pero cada vez más exiguo. Recuerden que con todos sus fallos, el incremento de las exportaciones fue el gran éxito económico de Mariano Rajoy. Pues bien, el efecto se está diluyendo.
Seguimos exportando, pero el superávit comercial se reduce. El consumo aumenta pero a ritmo lánguido
Crece el consumo, pero languidece mes a mes. Se dispara el precio de la vivienda, pero no las ventas. Desciende la morosidad, pero no hay crédito. Y así con todo.
Convendría que el equipo económico de Pedro Sánchez dejara de sacar pecho porque la economía española "todavía" va bien. Solo eso.