- Caixabank cedió para presentar una oferta no vinculante en la subasta pública, pero se resiste a convertirla en vinculante.
- El argumento para el Ceo: hay tres bancos del tamaño del BPI y el que compre Novo Banco será el primero del país.
- La entidad española no ve clara la operación y se escuda en que tiene demasiados frentes abiertos, como la absorción de Barclays.
- El Banco de Portugal confirma que de las 17 ofertas no vinculantes iniciales, sólo quedan siete, entre ellas la de BPI.
- Los grupos chinos (Fosun, Haitong o Bank of China) podrían repetir en Portugal su estrategia para entrar en el sector bancario europeo.
Ya les contamos que a los accionistas portugueses del BPI les gusta Caixabank, como puso de manifiesto que el banco luso subiera un 5% en bolsa, paradójicamente, el mismo día que la entidad española contestó al Consejo de Administración que no mejoraría el precio de la OPA por el 100% de la entidad (ahora controla el 44,1%). En la misma línea, los principales ejecutivos del BPI, con su Ceo, Fernando Ullrich, al frente, presionan a Isidro Fainé, presidente de Caixabank (en la imagen), para que presente una oferta vinculante para que el BPI se haga con Novo Banco, el antiguo Banco Espirito Santo (BES), hoy en subasta pública.
El argumento es muy sencillo: tiene en cuenta que el banco luso que se haga con Novo Banco será el líder indiscutible en Portugal. Es lo mismo que deben prensar los candidatos de otras ofertas no vinculantes como el Santander, propietario del Santander Totta. Isidro Fainé se dejó convencer para presentar una oferta no vinculante al Banco de Portugal cuando comenzó la puja, cuyo desenlace no se sabrá hasta el verano. No se ha descolgado de esa posición, pero de ahí a lo otro, presentar una oferta vinculante, va un trecho al que no está dispuesto. Para dar el paso, los argumentos deberían ser ciertamente golosos, sobre todo teniendo en cuenta que Caixabank tiene demasiados frentes abiertos: la OPA lanzada por el BPI, en el que necesita elevar su participación un 5,9% para superar el 50% y otros, como la absorción de la red de Barclays Bank en España. En otras palabras, que Fainé no ve nada clara la operación.
El gobernador del banco central, Carlos Costa, señaló ayer martes, durante una comparecencia en el Parlamento, que de los 17 candidatos iniciales para comprar Novo Banco han sido refrendados siete. Y dicho sea de paso, los resultados que presentó el banco rescatado de sus cinco primeros meses de existencia no eran para tirar cohetes: unas pérdidas de 467 millones y unas provisiones de 699 millones para sanearse antes de la venta, prevista para el verano. Mírenlo de otro modo: no es el mejor balance para pagar los más 2.500 millones que pide el banco emisor.
Costa no reveló ni el dinero ofrecido, a pesar de no ser vinculante, ni los bancos que han sido refrendados, pero han confirmado ese extremo, aparte de Caixabank y BPI, el Santander, el fondo americano Apollo y los grupos chinos Fosun, Bank of China y Haitong. Fue precisamente este último el que compró en agosto Banco Espirito Santo Inversión -la división especializada del BES en inversión- por 379 millones de euros. El grupo Fosun, mientras, es uno de los mayores grupos industriales y de inversión chinos.
No hay que olvidar que para las compañías del gigante asiático, Portugal, es una plataforma interesante de penetrar en Europa. De hecho han accedido ya por esa vía a sectores estratégicos europeos como el eléctrico o el aéreo. Grandes grupos chinos como There Gorges (Las Tres Gargantas) o State Grid se hicieron con dos de las empresas portuguesas del sector energético como, EDP y REN. De hecho, la adquisición del 22% de EDP por There Gorges supuso después la salida de Iberdrola de la energética, en la que tenía un 6,6%. Los bancos chinos podrían repetir la misma estrategia en el sector bancario con la compra de Novo Banco.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com