Las negociaciones de dos días entre funcionarios de EEUU y China ha terminado sin acuerdo, ha confirmado las dos partes, mientras activaban, ayer, jueves, una nueva fase de la guerra comercial con nuevos aranceles recíprocos por valor de 16.000 millones de dólares.
La portavoz de la Casa Blanca, Lindsay Walters, señala, en un escueto comunicado, que las conversaciones han concluido con un intercambio de puntos de vista “sobre cómo lograr equidad, equilibrio y reciprocidad en la relación económica”. Entre otras cuestiones, ha tratado “cuestiones estructurales en China”, como sus políticas de propiedad intelectual y transferencia de tecnología.
Esos dos puntos, en efecto -propiedad intelectual y subsidios industriales- son los que más preocupan a EEUU, que considera que China no ha contestado debidamente.
La negociación termina sin avances, mientras sigue la guerra comercial
El Ministerio chino de Comercio, por su parte, destaca la parte más positiva: se hace eco de que las conversaciones han sido francas y constructivas, al tiempo que las dos partes se informarán sobre los próximos pasos que den.
En suma, la negociación termina sin avances, mientras sigue esa guerra comercial, No es casual que en pleno diálogo, tanto Washington EEUU como Pekín hayan aumentado un 25% los aranceles, a pesar de que el encuentro, en el que han participado el subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro americano, David Malpass, y el viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen.
Estas fueron las primeras reuniones cara a cara entre funcionarios de ambos países desde principios de junio para tratar de encontrar una salida a un conflicto comercial cada vez más severo.