En Francia, después de los últimos atentados de carácter islamista que han tenido lugar en el país vecino -el último, el asesinato del profesor francés Samuel Paty, apuñalado y decapitado a plena luz del día a mediados de octubre, por mostrar caricaturas del profeta Mahoma durante una de sus clases-, a su Gobierno no le tiembla el pulso para empezar a actuar contra 76 mezquitas sospechosas de “separatismo islámico”. Hasta el punto de que algunas de ellas serán clausuradas.
Lo confirmó el ministro del Interior de Francia, Gerald Darmanin, según publicó el diario ‘Le Figaro’.
El anuncio de Darmanin se produce una semana antes de que se debata el proyecto de ley del Gobierno francés para combatir la radicalización en algunos de estos centros de culto, situados sobre todo en las comunidades más vulnerables del país. Entre otras cosas persigue erradicar el adoctrinamiento dentro de estos centros y la prohibición de la llegada de imanes formados en el extranjero.
El violento asesinato del profesor francés Samuel Paty puso de nuevo sobre la mesa el concepto de “separatismo islámico”, que acuñó el presidente, Emmanuel Macron.
“Debemos atacar el separatismo islámico. El laicismo forma parte de los cimientos de Francia”, dijo Macron semanas antes del asesinato de Paty. “El islamismo radical, al crear leyes por encima de las que existen actualmente en el país, es un peligro para Francia porque algunas veces se traduce en una sociedad paralela”, apuntó por aquel entonces el presidente Macron.