Mejor vayan a la página WEB del Vaticano en este tipo de materias: aquí lo tienen. La noticia es que, para desilusión manifiesta de toda la progresía, Francisco no sólo se niega al homomonio sino que, además, considera ilícitas las bendiciones sacerdotales a las parejas gays.
Para que quede claro, el Vaticano informa que la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe aclara que sí puede bendecirse a los homosexuales que viven como hermano y hermana.
En otras palabras, lo único que ha hecho el Papa Francisco y el prefecto del Santo Oficio, monseñor Luis Ladaria, consiste en recordar la vieja máxima de que hay que odiar el pecado y amar al pecador, Recibamos con los brazos abiertos al homosexual, como siempre han hecho los cristianos de bien pero eso no significa justificar la homosexualidad.
La desilusión progre continúa creciendo con el actual Papa. Ya sólo cabe neutralizarlo
Y esto es bello e instructivo por cuanto los delitos de odio, que el ‘lobby gay’ ha utilizado, y utiiza, en los tribunales para liquidar a sus enemigos, suponen la negación de este principio. Para el lobby gay criticar a la homosexualidad es odiar al homosexual, delito penado con hasta cuatro años de cárcel.
La Iglesia condena en el Catecismo la homosexualidad al tiempo que ordena tratar con todo afecto y consideración al homosexual, como hijo de Dios que es. Ahora bien, la Iglesia sólo bendice a aquellos que tratan de controlar sus tendencias homosexuales.
La desilusión progre continúa creciendo con el actual Papa. Con lo que prometía la imagen pública de este argentino. Ahora, ya sólo les queda el enfrentamiento directo: cisma alemán y cositas así.
Es decir, ya sólo queda neutralizar a Francisco. Como sea.