Mikhail Fridman continúa decidido a hacerse con el Grupo DIA, al margen de los desencuentros en el Consejo de Administración, o precisamente aprovechándose de ellos. De hecho, la dimisión de los dos consejeros que representan al fondo Letterone es un paso más en la hoja de ruta del magnate ruso para el control total de la cadena de alimentación al menor precio.
Sobre ese escenario y con la cotización del valor por los suelos, la OPA es la vía más probable para Fridman y más barata, incluso, que la ampliación de capital, cuya intención anunció el Consejo. En concreto, como veremos, la ampliación le costaría 173 millones (con el 29,01%), mientras que una OPA directa superaría el 51% con menos, 137 millones. El objetivo, no obstante, sería más ambicioso, para controlar mucho más, el 70 u 80%.
La razón dada a la dimisión de los dos consejeros, Karl-Heinz Holland y Sergio Ferreira, coincide con la que se dio para explicar la renuncia del consejero y presidente interino, Stephan DuCharme, mano derecha de Fridman. No es otra que la de centrarse en el cometido de guiar “en el largo plazo”, desde Letterone, la inversión en DIA (29,01%), como dice el hecho relevante (en el documento adjunto).
El asalto al grupo es mejor sin consejeros dentro, mientras ultima la estrategia final desde fuera
¿Qué mejor, por tanto, que dejar fuera del Consejo a sus dos representantes, cuando ya tiene toda la información del grupo? Y a partir de ahí, la cuestión es cómo concretar, también desde fuera del Consejo, el plan estratégico, por un lado, y preparar el terreno, por otro, para el asalto final con una OPA. Que sea hostil o amistosa dependería de un acuerdo, pero lo más probable es el desacuerdo.
Una cosa está clara, en cualquier caso, el grupo ha quedado a tiro por la depreciación del valor en bolsa, este martes a 0,41 euros (-8,34%), a escasa distancia del valor teórico contable o en libros del grupo (en 0,31 euros por acción), al tiempo que a Fridman se le acumulan las razones contra la nefasta gestión del grupo.
Dicho de otro modo, se esfuman las dudas para cambiar de terreno de juego… o abundan, como quieran, los motivos para hacerlo. Sin olvidar, que Fridman quiere para DIA el mismo modelo de éxito con el que funciona fuera de España. El magnate es dueño, a través de Letterone, de la primera cadena rusa de distribución, X5 Retail Group.
Fridman hará valer ante la CNMV las dificultades de DIA para no estar obligado a pagar con la medida de precio de 12 meses, sino de seis
La opción de una OPA de Fridman es cuestión de precio. La ampliación de capital implicaría para Letterone una inversión adicional de unos 173 millones de euros, si se mantiene en el 29,01%. Sobre esa hipótesis, es obvio que la participación crecería por encima del 30%, entre otras cosas porque Morgan Stanley, que asegura el 100% de operación, no va cargar con gran parte del 70% restante.
En ese escenario, como ya hemos informado, Fridman compraría DIA a precio de ganga, con una ampliación a la que seguiría una OPA barata, con la dispensa de la CNMV para una OPA forzosa en primer término, por las dificultades que atraviesa el grupo (con miles de empleos en esa balanza). Por esa vía pagaría 1.500 millones menos de los que vale la cadena.
Ahora bien, la opción de una OPA sin ampliación le saldría todavía más barata a Fridman, siempre que se libre de obligación de lanzarla con el cálculo del precio por acción de los 12 últimos meses. El magnate hará valer ante la CNMV la crítica situación del grupo para poder acogerse así a la dispensa de pagar con la media ponderada de los últimos seis meses. El criterio es el mismo por el que le eximiría de OPA si supera el 30%: las dificultades financieras de la empresa, según el Real Decreto de ofertas de adquisición (en concreto, los artículos 9.4.f y 10.5).
Esa opción, encima, defedería mejor los intereses de los accionistas minoritarios, que pueden acudir o no a la OPA, y cuya participación quedaría diluida en caso de ampliación de capital de 600 millones.
Una OPA ‘defiende’ mejor los intereses de los minoritarios, cuya participación quedaría diluida con la ampliación
Una OPA directa -hostil, si no hay acuerdo- con la media de los seis últimos meses sería a 1 euro por acción, más o menos. Fridman, por tanto, se haría con una mayoría del 51% del grupo por unos 137 millones. Obviamente aspira a más, a superar el 70 u 80%. El precio de una OPA con el cálculo de 12 meses debería superar al precio pagado por Fridman en enero (4 euros) y septiembre (2 euros).
Es lo que está sobre la mesa y divide al Consejo, mientras Letterone hace sus cálculos, dibuja el plan estratégico y repasa las cifras de las desinversiones en lo menos rentable, las ventas de Max Descuento y Clarel y de muchas de las tiendas que funcionan mal o no funcionan.
Sin olvidar la renegociación de la deuda, que le añade argumentos para defender la dispensa de la CNMV por la dificultades financieras. No sólo por la deuda corporativa (1.422 millones), también por los pagos de deuda que debe afrontar a corto plazo, en 2019 (450 millones), con una tesorería en caja de 130 millones.