El Grupo DIA, o lo que es lo mismo el fondo Letterone, o lo que es lo mismo Mikhail Fridman, concreta este miércoles la hoja de ruta del magnate ruso para el asalto sobre la cadena de supermercados, en la que acumula una pérdida del 90%. Esa esencia está en el hecho relevante a la CNMV (en el documento adjunto), comunicado entre la suspensión y la vuelta a la cotización del valor en bolsa.
Primero, habrá una ampliación de capital de 600 millones, que debe aprobar la Junta de Accionistas, aderezada con un plan de desinversión en activos, que afecta sobre todo al negocio de cash and carry para provisionar a los mayoristas (Max Descuento) y la posible venta, no barajada hasta ahora, de la cadena de perfumerías Clarel. Los detalles llegarán con el plan estratégico, en enero.
Operación ‘de manual’ del financiero Fridman para tomar el grupo y rentabilizar su inversión
Esa ampliación, con derecho de suscripción preferente, sigue al cierre de un acuerdo de aseguramiento con Morgan Stanley para llegar, si es necesario, al 100%, y adelanta lo previsible: la dispensa del regulador para tener que lanzar una OPA, en primer término, según la legislación al respecto, y el lanzamiento de una OPA posterior, al precio lo más bajo posible.
Un doble juego, en fin, para un desenlace final: comprar a precio de ganga. La CNMV eximirá inicialmente a Letterone de la obligación de la lanzar una oferta al superar el 30% (ahora tiene el 29,1%), debido a las dificultades que atraviesa el grupo (con miles de puestos de trabajo en esa balanza). Y a partir de ahí, estará en condiciones de la OPA posterior, sobre un promedio de la cotización de los títulos de seis meses, no de 12, un obstáculo hasta ahora porque hubiera tenido que hacer a un precio muy encima de lo que ha pagado por el 29,01%.
Y a partir de todo ese proceso, dicho sea también, el magnate ruso comenzará a rentabilizar holgadamente su inversión. En fin, a la medida de Fridman, que es sobre todo un financiero.
Ha esperado a un desplome histórico del valor para librarse de una OPA a más precio del que compró
Paradójico (o de manual, como quieran), en cualquier caso, porque el magnate, además de librarse con la dispensa de la OPA a mayor precio, ha podido cuadrar sus cálculos después de que la acción se ha despeñado a un ritmo de vértigo. Es lo que ha ocurrido con el desplome histórico desde hace meses que acumula, hasta los últimos 0,41 euros por título de ayer, tras un revés del 19%.
La reacción en bolsa, con una subida de hasta 25% (al cierre, un 11%), también era previsible, como avanzaba la subasta de volatilidad previa a la cotización. El mercado da así por válido el plan, al tiempo que el grupo sigue negociando la refinanciación de la deuda (más de 1.400 millones), con quita incluida, y con líneas de liquidez para ir tirando.
Posiblemente, en los cálculos de Fridman, bastaba con una ampliación de 400 millones, pero la cifra anunciada es de 600, más del doble de su capitalización en bolsa.