- En junio, Isidro Fainé decidirá si deja el banco o la caja. La fusión es una forma de salir.
- Y Guindos se despide alentando una fusión Bankia-Popular.
- En el baile entra el Santander, que necesita alumbrar sus zonas de sombra en España: Cataluña y Levante.
- Pero ojo: Ángel Ron no quiere ningún tipo de acuerdo con nadie. Tampoco con Caixabank, que ya rechazó una vez, aunque se le ofrecía la Vicepresidencia y la Consejería Delegada.
- Y con Bankia, el problema es quién pone el dinero que debe recuperar el Gobierno y quién sería el presidente.
Todas las entidades consultadas por
Hispanidad insisten en que no puede hablarse de
fusiones bancarias hasta la nueva legislatura. Sí, claro, no habrá fusiones bancarias hasta después de las elecciones pero es que las elecciones son dentro de 17 días. Luego se abre el peligro de interregno, ciertamente, pero
eso no quita que los bancos no planteen su estrategia de un día para otro. Y ahí viene lo bueno, porque los bancos de inversión llevan meses trabajando en el juego de las fusiones, mientras el
Banco de España -a quien nadie hace caso, dicho sea de paso- asegura que son necesarias nuevas fusiones para cerrar sucursales y reducir plantillas.
Lo dicho: los bancos llevan trabajando en fusiones, no sólo con la llamada banca mediana, sino también entre los seis grandes. Y la noticia primera es esa: que
a Caixabank vuelve a interesarle el Popular de Ángel Ron. Hablamos de una entidad de casi 21.000 millones de euros de capitalización frente a otra de algo más de 7.000.
No olvidemos que
Isidro Fainé (
en la imagen junto a Ron), deberá elegir antes de junio entre la Presidencia de
Fundación Bancaria Caixa y la de Caixabank. Y tampoco olvidemos que hace dos años, Fainé ofreció al presidente del Popular,
Ángel Ron, ser vicepresidente y Ceo de la entidad fusionada. Sólo que Ron lo propuso a su Consejo y éste no aceptó.
Es verdad que el Popular no atraviesa su mejor momento porque le cuesta, y mucho, afianzar su
modelo de negocio volcado en
pymes, pero también lo es que su red de oficinas sigue siendo de una gran fortaleza.
Así pues, y mientras no se formalice la propuesta,
la respuesta del Popular a Caixabank es no. Pero las elecciones están a la vuelta de la esquina.
Y ojo, porque el saliente ministro del ramo,
Luis de Guindos, anima una fusión de
Bankia con el Popular, una forma de privatizar la entidad nacionalizada. Eso presenta problemas: tanto Ron como
Goirigolzarri son jóvenes: habrá lucha por la Presidencia. Por otro lado, si el Estado quiere recuperar el dinero invertido en
Bankia con rapidez, una fusión no es la mejor manera, salvo que el Popu comprara, pero eso parece difícil: capitaliza los precitados 7.000 millones frente a los 14.000 de Bankia. Y naturalmente si el banco público no puede ser absorbente, no sería una fusión entre iguales.
No olviden al
Santander en este juego de fusiones. Por muchos melindres que haga el primer banco del país sobre el
mercado español lo cierto es que tiene zonas de sombra en el país que le gustaría alumbrar: sobre todo Cataluña y Valencia.
En cualquier caso, el principal candidato es Caixabank y la primera dificultad es que Ángel Ron y el Consejo del Popular prefieren seguir en solitario. Si pueden, lo harán.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com