Las acciones de OHL han llegado a subir más del 9% este martes, después de que la compañía anunciara a la CNMV la oferta de los hermanos Amodio. Lógico: si la CNMV permite que la familia mexicana asuma entre el 31% y el 35% de la constructora sin tener que lanzar un opa, el futuro de OHL será menos oscuro, al menos de manera momentánea.
Ahora bien, aun después de la entrada de Luis Fernando y Julio Mauricio Martín Amodio, dueños de la constructora Caabsa, las riendas de OHL seguirán estando en manos del fondo de inversión Tyrus, que en noviembre de 2018 refinanció la deuda de Grupo Villar Mir, que entonces ascendía a 538 millones de euros.
Pero lo que parecía un paso positivo, en unos meses se convirtió en una pesadilla y en el principal motivo de enfrentamiento entre Juan Villar-Mir de Fuentes y su cuñado, Javier López Madrid. Tyrus impuso unas condiciones draconianas como condición para aportar 323 millones de euros, un dinero que diez meses después del acuerdo no había entregado.
En definitiva, el fondo con sede en Mónaco se aprovechó de la delicada situación de Grupo Villar Mir, propietario del 33,3% de OHL a través de Inmobiliaria Espacio, para comprarle la deuda -una práctica habitual de algunos fondos más agresivos como Apollo- y asegurarse un retorno millonario. Un retorno que en muchos casos se lleva a cabo mediante el troceo de la compañía.
Sí, el futuro de OHL depende de Tyrus.