A contracorriente del discurso dominante en España sobre la escalada del precio de la luz, Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, ha defendido en el Congreso lo contrario: es barata. En concreto, el coste ha crecido un 30% menos que la renta de las familias, sin tener en cuenta el aumento de los impuestos, y teniéndolos, un 7% por debajo.
En sede parlamentaria y lejos del tópico instalado en Podemos, que culpa a las eléctricas de los excesos, algo de lo que no ha escapado tampoco el PSOE, con medidas correctoras de seis meses (supresión del impuesto por ese periodo del impuesto de generación). La postura de Galán, en fin, en pleno debate, a través de su intervención en el simposio sobre la transformación de los servicios públicos en España en los últimos 40 años (en la imagen, junto a dos ponentes), con el título Desarrollo económico y modelo energético.
Será necesario invertir 70.000 millones en diez años para cumplir con la meta de renovables
Galán ha destacado el grado de eficiencia alcanzado por las eléctricas y su aportación al crecimiento económico, aunque el otro debate, de naturaleza política, está en el papel de las renovables en la transición energética. Sobre este punto, ha destacado que serán necesarias unas inversiones de 70.000 millones en los próximos 10 años para cumplir con las metas de Bruselas sobre energía limpia y recorte de emisiones contaminantes.
Mucho dinero, ha dicho, que requiere “marcos claros e incentivadores, que garanticen la estabilidad regulatoria y atraigan capital”. Será necesario integrar, en concreto, más de 40.000 MW de capacidad instalada renovable, que equivalen al 40% de la potencia total actual, además de ampliar y digitalizar las nuestras redes eléctricas y un aumento sustancial de la capacidad de almacenamiento, “tanto a gran escala -con nuevos aprovechamientos hidroeléctricos- como a través de baterías”.
En paralelo, también ha señalado que las emisiones de CO2 se han reducido un 40% en España desde 1978, cuando las centrales de carbón y fuelóleo aportaban la mitad de la energía eléctrica. Hoy representar un 20%, “incluso en un año con escasez de lluvias como 2017”. La capacidad renovable, por el contrario, se ha multiplicado por casi cuatro, hasta más de 51.500 MW, con un aumento del 50% en la potencia hidroeléctrica (+6.832 MW) y a otras tecnologías, eólica y fotovoltaica especialmente, un 30% de la potencia (+31.155 MW).
Habrá que integrar más de 40.000 MW de capacidad instalada renovable, el 40% de la potencia total actual
Iberdrola, ha señalado en concreto, ha invertido 25.000 millones desde 2001 en la mejora de las redes y para crecer en renovables. Es también un actor importante, aunque no lo ha dicho en el Congreso en energía nuclear -también limpia-, cuyo futuro está en cuestión con los planes de la ministra Teresa Ribera.
También ha destacado el papel de Iberdrola como generadora de empleo en España (85.000 empleos) y de actividad, a realizar compras de bienes y servicios a unos 5.000 proveedores nacionales por valor de 4.700 millones anuales. Destina más de 800 millones a proyectos internacionales, que ayudan a salir fuera a empresas como Navantia o Siemens-Gamesa”.