Galp ha obtenido un beneficio neto de 26 millones de euros hasta marzo, lo que supone un 13% menos que hace un año, por la caída de la producción de petróleo debido a las restricciones por el Covid-19. Eso sí, la cifra es muy superior a la ganada en el cuarto trimestre del año pasado (3 millones) y no son números rojos, como los de 551 millones registrados en el conjunto de 2020.
La petrolera portuguesa ha logrado un Ebitda de 499 millones (+6%). De estos, la mayor cifra la aporta la división de upstream (exploración y producción), con 438 millones, un 53% más que hace un año, pese a la menor producción, por el aumento de los precios del petróleo. Le sigue la división comercial, con 69 millones (-23%); la de refino y midstream (transporte y almacenamiento), con unas pérdidas de 6 millones, por la desaceleración de la actividad de refino (sólo tiene operativa la refinería de Sines en Portugal); y la de renovables y nuevos negocios, con 2 millones de números rojos.
Por su parte, el flujo de caja operativo ajustado se ha disparado un 46%, a 446 millones, y las inversiones han subido un 23%, a 178 millones. Eso sí, la deuda neta ha continuado ascendiendo (+4%) y ya se sitúa en 1.552 millones, aunque sólo supone un ratio de 1,1 veces el Ebitda.