- Para la marca es vital "un entorno político y judicial estable para decidir a largo plazo".
- El presidente del Consejo de Administración no opina sobre posibles resultados el 21-D.
- "Somos empresarios", dice ante dirigentes del PDeCAT, como Campuzano, o del PSC, Montilla o Nuria Marín.
Seat no quiere irse de
Cataluña, donde está a gusto, pero necesita un entorno estable para trabajar. En estas dos ideas se resume la aspiración de la filial de
Volkswagen para seguir donde está y no tener que cambiar nada, según
Francisco Javier García Sanz, presidente del Consejo de Administración de la marca española y vicepresidente mundial de Compras del grupo alemán.
García Sanz ha intervenido, este jueves, en el
Foro Europa Nueva Economía, donde, lógicamente, se ha vuelto a plantear la cuestión, ahora no por la
declaración de independencia, sino por una victoria, posible, de los independentistas el
21-D.
Ha optado por decir lo necesario, sin alargarse, pero en un tono tan claro como exigente. "Somos
empresarios, con responsabilidades antes nuestros trabajadores y ante la sociedad", ha dicho, para concluir, desde ahí, que para Seat es necesario "un entorno político y judicial estable para
decidir a largo plazo", sin aventurarse en nada de lo que pase o puede pasar,
esperando que no pase.
En el foro, presentado por el ministro
Guindos (
en la imagen, con el empresario), había empresarios del motor, pero también líderes de todos los espectros políticos, como el
nacionalista Carles Campuzano, los socialistas
José Montilla o la alcaldesa de Hospitalet,
Nuria Marín y populares como
Pablo Casado o
José Manuel Soria.
"No hay razón para cambiar", ha añadido, dejando claro, paralelamente, que la marca, la única española que queda en el sector, "está arraigada en Barcelona". Previamente, Guindos, ha señalado que
Seat destaca entre "las marcas emblemáticas españolas" y que "es parte de nuestra historia industrial".
Las tesis de
García Sanz, en fin, no difieren en nada con lo ya expresado por el presidente,
Luca de Meo, en la carta enviada a sus empleados, en la que comunicó que sólo cambiaría de sede si
falta seguridad jurídica porque seguir en la UE es"imprescindible".
A esa declaración se unió después un gesto: la
integración en CEOE de la marca, con el fin de "compartir recursos y aunar esfuerzos en sus distintas áreas de actuación". De hecho, participará en los órganos consultivos de la patronal española y entrará en contacto con otras, europeas o iberoamericanas.
Rafael Esparza