General Motors, diez años después de su gran crisis con quiebra incluida tiene buena salud, algo que no es baladí dada la debilidad del sector automovilístico. De hecho, ha ganado 4.076 millones de euros en el primer semestre, un 32% más que hace un año, gracias a unos 997 millones en ahorro de costes. Además, la alta demanda de sus pick ups ha hecho que superara las estimaciones de los analistas en el segundo trimestre.
La reestructuración realizada en esta década, que ha incluido desactivación y venta de firmas (entre ellas, el holding Opel-Vauxhall, que fue adquirido por el grupo francés PSA en 2016), no ha acabado, porque seguirá reduciendo costes: prevé ahorrarse entre 1.700 y 2.200 millones este año, y continuará operando con “disciplina”, según ha afirmado la presidenta y CEO, Mary Barra.
Su división dedicada al coche autónomo, pierde 405,8 millones, un 40% más que hace un año
Claro que el beneficio operativo ajustado ha sido de 4.821 millones (-8,27%). Y es que el grupo de automóviles estadounidense que fabrica marcas como GMC, Cadillac o Chevrolet, entre otras, ha facturado 64.235 millones (-1,9%), aunque el volumen de matriculaciones ha caído un 8,3%, a 3,81 millones de unidades.
Por divisiones, todas descienden en beneficio operativo, menos la principal, General Motors Norteamérica (4.455 millones, un 0,3% más). Mientras, GM Cruise, área dedicada a explorar el coche autónomo, ha perdido 405,8 millones (+40%); GM International, 15,4 millones; y GM Financial ha ganado un 8,5% menos.