Gestamp ha pisado el acelerador este viernes en bolsa (la cual está en caída por el coronavirus), pues las acciones han subido un 6% (concretamente un 5,92%). ¿El motivo? Probablemente, el mérito de haber obtenido una facturación récord en 2019, la cual ha ascendido a 9.065 millones de euros (+6,3%), en un mercado del automóvil en caída (-5,6%).
En sus 23 años de historia, el fabricante de componentes para coches ha pasado de unos ingresos de unos 200 millones (fabricando sólo en España) a más de 9.000 millones gracias a su expansión (hoy está presente en 23 países, con 112 plantas y 43.000 empleados). Entre ellos, China, donde emplea a 3.988 personas en 11 fábricas -de las que 10 ya están volviendo a la producción tras el parón por el coronavirus- y dos centros de I+D.
Tiene 112 plantas en 23 países, entre ellos, China, donde 10 de sus 11 plantas están volviendo a la producción tras el parón por el coronavirus
Gestamp ha mejorado el margen Ebitda (11,8%) y la rentabilidad, y la tendencia es que lo siga haciendo. Eso sí, el beneficio neto ha bajado un 17,6% en 2019, hasta los 212 millones: un descenso que se ha ido moderando (en el primer trimestre era superior al 30%) y que se debe a las depreciaciones y amortizaciones de proyectos, el efecto de la normativa contable NIIF 16 y las participaciones minoritarias en joint ventures. Por su parte, la deuda neta ha pasado de 2.233 millones a 2.722 millones, de los que 393 millones se deben a la aplicación de la NIIF 16.
Paralelamente, la compañía ha informado de las remuneraciones de sus consejeros (ver documento adjunto) en 2019, lo que supuso un total de 2,64 millones. El fundador y presidente ejecutivo, Francisco José Riberas, cobró 974.000 euros; y el CEO, Francisco López Peña, 793.000.