El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, recibió ayer lunes la luz verde del parlamento -137 votos a favor y 53 en contra- para gobernar por decreto bajo un estado de emergencia, de duración indeterminada, y para combatir el nuevo coronavirus, informa El País de Uruguay.
La ley permite al líder húngaro extender indefinidamente el estado de emergencia vigente desde el 11 de marzo, sin necesitad de aprobación parlamentaria. Bajo este régimen, el gobierno puede “suspender la aplicación de ciertas leyes por decreto, desviarse de las disposiciones legales e introducir otras medidas extraordinarias”.
También prevé hasta cinco años de prisión por la difusión de “falsas noticias” sobre el virus o las medidas del gobierno. La oposición húngara intentó al menos lograr que la enmienda incluyera un límite temporal de 90 días, pero sin éxito. La oposición ve esta ley como un instrumento para consolidar el control del gobierno tomando la pandemia como pretexto.
Pero lo que ha conseguido Viktor Orbán ha sido muy parecido a lo que ha conseguido el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en España. Entonces, las críticas internacionales, ¿no serán porque Orban es cristiano y provida?