El Gobierno prepara un nuevo palo a la iniciativa privada, en este caso al sector de la sanidad y de la educación privadas. Porque, según publica La Información, estudia aplicar un IVA del 21% a la sanidad y la educación privadas, cuando, hasta ahora, buena parte de sus actividades se encontraban exentas de declarar el IVA.
La ministra María Jesús Montero y el podemita Nacho Álvarez se encuentran discutiendo esta posibilidad en el contexto de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado de 2021.
La reforma fiscal que negocia el Gobierno apunta, en definitiva, a que tendrían que pagar un IVA del 21% actividades privadas como las clínicas de salud, los laboratorios, los colegios privados, las autoescuelas, los centros de formación y otras actividades análogas. La cuestión que debaten durante estos días los negociadores de la coalición se centra en cuáles de ellas pueden tributar y cuáles continúan dentro de las exenciones, dice La Información.
De este modo, las arcas públicas podrían ingresar unos 3.500 millones de euros más, según ha calculado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). En concreto, la sanidad privada supone un coste de 1.763 millones de euros y la educación privada eleva la 'factura' a 1.694 millones de euros anuales, añade La Información.
Sin embargo, la AIReF añade que este IVA del 21% supondría un incremento de coste sanitario y educativo para la administración de hasta 2.145 millones de euros en el peor de los escenarios debido a que una parte de la demanda del sistema privado se trasladaría al público, recoge el mismo medio.
Por cierto que la AIReF ha presentado hoy el Estudio de ‘Gasto Hospitalario del Sistema Nacional de Salud: Farmacia y Bienes de Equipo’, según el cual, el gasto sanitario supone el 6,4% del PIB y el 15% del gasto público, más de 71.000 millones de euros.
La AIReF ya ha evaluado 17.500 millones del este gasto en el marco de las dos primeras fases del Spending Review. En la primera fase, analizó el gasto en medicamentos dispensados en farmacia, una partida que sumó más de 10.500 millones en el año 2017.
En la segunda fase, la AIReF da continuidad a este análisis con la evaluación del gasto en medicamentos en el ámbito hospitalario y el gasto en bienes de equipo de alta tecnología, dos partidas que supusieron alrededor de unos 7.000 millones de euros en el año 2018.
En 2018 se destinaron 6.613 millones al gasto en farmacia hospitalaria. Esta partida, que representa alrededor del 17% del gasto hospitalario total, no ha parado de crecer en los últimos años. En 2013 supuso alrededor de 2.300 millones de euros y se prevé que siga creciendo en los próximos años debido, fundamentalmente, a la entrada de medicamentos innovadores en áreas de oncología, nuevos antidiabéticos, medicamentos de síntesis biológica, terapias celulares y genéticas y al crecimiento esperado de los medicamentos huérfanos.