- Ahora bien, "es decisión del propietario decir cuándo, a qué precio y cómo se privatiza", ha matizado.
- No entiende que pueda haber reticencias a la buena marcha del banco porque "Bankia es de todos".
- Goiri, como el resto de banqueros: no habrá fusiones en el corto plazo.
- Tanto él como Sevilla y Ortega renuncian al variable, por segundo año consecutivo.
- Todo, el mismo día en el que el juez Andreu anuncia que juzgará a Rato, a Blesa y al resto de usuarios de las tarjetas negras.
Lunes importante para Bankia. Además de presentar los resultados de 2015, el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri (en la imagen), ha hecho balance del primer plan estratégico 2012-2015. Como pueden imaginar, ha sido un balance tremendamente positivo: el banco ha cumplido todos y cada uno de los objetivos marcados. Incluso, ya se han cumplido, con dos años de antelación, los acuerdos firmados entre España y Bruselas que permitieron la recapitalización del banco con dinero público. Sobre esto último volveremos más adelante. Lo que nos interesa ahora es que Bankia es "una franquicia muy potente", con una gran capacidad de competir, según su presidente. Por eso, preguntado acerca de si el banco está listo para su privatización, no lo ha dudado: "Es obvio que creo que sí está preparada", ha afirmado. Ahora bien, la decisión corresponde al propietario, esto es, al FROB, esto es, al Gobierno. Y la cotización actual –este lunes se mueve en el entorno de 0,9 euros la acción tras una subida del 3,4%- no aconseja hacerlo. Sea como fuere, la privatización se tendrá que llevar a cabo antes del 31 de diciembre de 2017, según la fecha que establece la ley. Pero, de momento, Bankia es del Estado. Por eso, Goirigolzarri no entiende que pueda haber reticencias a la buena marcha de la entidad –a la espera del BBVA, es la que mejores resultados ha obtenido en España durante 2015-. "Lo que tiene que estar toda la gente es encantada, porque Bankia es de todos los españoles", ha señalado. "Cuanto más beneficio y más dividendo, mejor". En esta línea ha explicado también que las sentencias condenatorias, tanto por las preferentes como por la salida a bolsa, beneficia a los demandantes pero perjudica a los contribuyentes. Goiri, como el resto de banqueros, cree que no habrá más fusiones en el corto plazo ya que, según él, el sector en España tiene "una estructura razonable". Dicho esto, habrá que ver cómo evoluciona la línea de los ingresos de las entidades en los próximos ejercicios. Ahí puede estar la clave de futuras consolidaciones. Como se pueden imaginar, uno de los asuntos estrella ha sido la sentencia –anunciada y no publicada- del Tribunal Supremo acerca de la salida a bolsa. Tema importante, aunque a Goiri no le preocupa porque, según él, está acotado. En cualquier caso, el presidente de Bankia ha recordado que una OPV es una de las operaciones económicas y financieras más regladas y supervisadas que existen. Además, ha recordado la existencia de un informe del Banco de España –adelantado por Hispanidad- que defiende la validez de la OPV. En definitiva, que acatará la sentencia del TS cuando se publique, aunque probablemente no la compartirá. Evidentemente, la reputación corporativa preocupa a Goiri. Por esta razón, por segundo año consecutivo, tanto él como José Sevilla y Antonio Ortega –los tres consejeros ejecutivos del banco- no cobrarán el variable que les corresponde por la consecución de los objetivos. Hablamos de 250.000 euros para cada uno. Ahora bien, será, con casi total probabilidad, el último año que lo hacen. El nuevo plan estratégico, que presentarán en primavera, incluirá la retribución variable de los tres ejecutivos si se cumplen los objetivos. Todo esto ha ocurrido el mismo día en el que el juez Andreu ha anunciado que juzgará a Rato, a Blesa y al resto de usuarios de las tarjetas negras. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com