La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha comparecido este miércoles a petición propia ante la Comisión Mixta para la UE para explicar el principio de acuerdo alcanzado entre España y Reino Unido sobre Gibraltar, alcanzado el 31 de diciembre.
"Por primera vez en 300 años, España recupera protagonismo en los asuntos de Gibraltar y toma la iniciativa con un claro plan de futuro para el Campo de Gibraltar y la zona del Estrecho”. "Si lo que se pretende es tener otros 300 años de reivindicaciones y ser ignorados desde luego una salida sin acuerdo hubiese contribuido en gran manera a este resultado”, ha explicado la ministra.
Ha apuntado que en caso de un "Brexit duro”, “la Verja, construida en 1908, hubiera pasado a ser más rígida y más dura como ya sucedió en tiempos pasado. La Verja hubiera sido el único Brexit duro". "Nadie duda hoy que el cierre de la Verja en 1967 fue negativo para nuestros intereses a largo plazo", ha recordado sobre la decisión que adoptó entonces el régimen de Franco.
España "hubiera perdido su capacidad de influencia y control sobre este territorio al menos por una generación" sin este acuerdo con el Reino Unido
Además, la ministra ha advertido de que, sin acuerdo, el Reino Unido hubiese consolidado el carácter de "enclave colonial" del Peñón a través de obras en el puerto y "otras medidas de autarquía" buscando el "aprovechamiento" desde otras zonas, "fundamentalmente" desde el vecino Marruecos. Ha recordado que la colonia inglesa mantiene "conexiones" con países del Golfo Pérsico, con Rusia así como con actores económicos chinos, especialmente de Hong Kong, por lo que "podría desarrollarse de manera incontrolada" si se alejase de la UE y, por extensión, de España.
Por todo ello, ha insistido a los diputados en que España "hubiera perdido su capacidad de influencia y control sobre este territorio al menos por una generación" sin este acuerdo con el Reino Unido, que ahora tendrá que plasmarse en un tratado internacional entre la UE y este país que acaba de abandonar el espacio común europeo.
En este sentido, González Laya ha explicado que el acuerdo prevé la aplicación a Gibraltar de políticas y programas de la UE como Schengen, un régimen aduanero para el tráfico de mercancías, así como medidas en materia de transporte y de medio ambiente. También se prevén medidas para la "competencia leal" en fiscalidad, medio ambiente y en cuestiones laborales, aspectos que son "fundamentales" para una zona de "prosperidad compartida".
Sobre la aplicación de Schengen, la ministra ha reiterado que España tendrá "la última palabra" sobre quién o qué mercancía entra en la colonia británica una vez se eliminen todas las barreras físicas. En este sentido, la "asistencia operativa" de Frontex se centrará en "algunas tareas" de Schengen y la "protección" de las fronteras exteriores.
"Hacemos avanzar por primera vez en el terreno práctico los intereses nacionales, recuperando control en esta zona de máxima importancia estratégica para nuestro país", ha enfatizado
Asimismo, Gibraltar tendrá que aceptar el arancel exterior común europeo, "aplicando los mismos derechos y las mismas medidas de política comercial que la UE". Todo ello para evitar "distorsiones" en el mercado interior de la UE y, en particular, en la economía de la comarca española del mismo nombre.
La Roca deberá aprobar una "legislación pertinente" en varias cuestiones relativas a "aduanas, impuestos especiales, IVA, sistemas informáticos y formalidades" para adecuarse a los estándares europeos. Este "alineamiento regulatorio reforzado", en palabras de González Laya, conllevará una "competencia justa" en IVA e impuestos especiales para el tabaco, el combustible y otros productos que tanto daño han provocado a la economía española en el pasado.
"Nuestro objetivo es que en el futuro Gibraltar no sea cuestión que enfrente a España y Reino Unido en la que medida en que hayamos conseguido aparcar las cuestiones de soberanía hasta que las circunstancias nos permitan abordarlas en beneficio de todos", ha concluido.