- Y la ola empieza en Grecia pero recorrerá toda Europa.
- El plan de Tsipras pone el eje sobre el retrasado de la edad de jubilación hasta los 67 años.
- En cualquier caso, Tsipras acepta ahora condiciones más duras de las que le llevaron a dar la espantada y convocar el referéndum.
- Y ahora queda pendiente lo peor: la deuda. Lagarde, la primera en hablar claro: Grecia no puede pagar la deuda.
- La gran lección para Europa del lío Syriza: Europa se construye a escote, no con créditos.
Los datos ya los conocen ustedes.
Alexis Tsipras, el gran funambulista político del momento, acepta ahora, tras un referéndum vencedor, las condiciones que no quiso aceptar en su momento.
IVA al alza, cuantificación del recorte y, esto es lo importante, palo a la cuantía de las
pensiones (casi uno de cada cuatro griegos son pensionistas) y
retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años de edad.
En plata, que el
Estado del Bienestar empieza a quebrar por su gasto más elevado -las pensiones- y por su principal problema -el envejecimiento de la población-. Lógico una Europa de viejos no puede pagar su pensiones en ningún país. Y la única manera es incentivar la natalidad y, de entrada, retrasar la edad de jubilación.
Simplemente, el coste en pensiones, que representa el 40% del gasto público en la eurozona, no es sostenible. Y las prejubilaciones se han convertido en un cáncer.
Ahora bien, ahí no se agotan los problemas de Tipras. No sólo ha cedido más que hace dos semanas. Con la espantada que provocó el corralito. Ahora ha cedido más, pero queda pendiente 'lo otro': la
deuda.
Todos saben -y ahora, el FMI lo ha dicho en alta voz- que Grecia no puede pagar su deuda. Pues bien, ese es el arma con el que se ha doblado el pulso a Syriza y ese es, también, el problema que nadie sabe cómo pagar. ¿Cuándo caeremos en la cuenta de que el mundo debe tanto dinero que sólo saldremos del caos en el que vivimos con un jubileo o condonación de la deuda?
En conclusión, la lección que Europa debería sacar del lío griego es que
la Unión Europea no se construye con créditos sino a escote, con un presupuesto compartido. Es decir, sólo se construye con
solidaridad. Y si no, pues se irá a la porra o continuará avanzando al ritmo actual, que fecha la existencia de los Estados Unidos de Europa para dentro de unos 200 años.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com