• La compañía de hemoderivados notifica el cierre de la investigación del Departamento de Justicia estadounidense.
  • Pero la bolsa no se lo premia: la acción cae un 0,7% y ya se ha depreciado un 7% en lo que va de año.
  • También está bajo lupa en España, Alemania e Italia, que buscan posibles irregularidades en sus cuentas.
  • Y todo esto en plena transición: su presidente, el independentista Víctor Grifols, dejará sus funciones en manos de su hijo y de su hermano el 1 de enero.
Este viernes, encontramos una nueva muestra de que el empresario Víctor Grifols (en la imagen) sabe muy bien lo que hace al frente de Grifols. Y es que las peculiaridades fiscales de la compañía de hemoderivados, que presume de independentista, pero gana dinero en EEUU y paga al fisco en Irlanda, por el momento, le salen gratis al otro lado del Atlántico. Así lo refleja el hecho relevante remitido a CNMV, donde Grifols notifica el cierre de la investigación abierta por parte del Departamento de Justicia de EEUU. Sin embargo, la bolsa no ha premiado esta buena noticia: la acción ha caído un 0,7% (un 0,68% concretamente), poniendo en riesgo la cota de los 19 euros), y ya se ha depreciado un 7% en lo que va de año. El Departamento de Justicia estadounidense puso bajo la lupa las cuentas de Grifols por posibles violaciones de la normativa tributaria de aquel país, pero no ha sido el único. La compañía que tiene como negocio principal los medicamentos biológicos derivados del plasma también están en el punto de mira de España, Alemania e Italia, que buscan posibles irregularidades en sus cuentas, como recogió Redacción Médica. Y es que Grifols no sólo resulta curiosa por su 'amor' a Cataluña y defensa del independentismo, sino por ganar dinero en EEUU, pagar al fisco en Irlanda… y cuidar muy bien a médicos españoles. Y todo esto sucede en plena transición dentro de Grifols. Su presidente y Ceo, el independentista catalán Víctor Grifols Roura, dejará sus funciones en manos de su hijo, Víctor Grifols Déu, y de su hermano, Raimon Grifols Roura, el próximo 1 de enero de 2017. Eso sí, no se espera que estos cambios en la cadena de mando repercutan en la manera de operar. Cristina Martín cristina@hispanidad.com