Grupo Villar Mir es cada vez más pequeño. A la venta de OHL Concesiones al fondo IFM, cerrada en abril de 2018 por 2.235 millones de euros, le siguió la de Ferroatlántica (el negocio español de Ferroglobe) en junio de este año al fondo TPG Sixth por 170 millones y, en agosto, la de Fertiberia al fondo Triton por una cantidad que no ha trascendido pero que podría rondar los 200 millones de euros.
En otras palabras, de las tres divisiones más importantes ya solo queda OHL, de la que Villar Mir controla el 30,6% a través de Inmobiliaria Espacio. Será por poco tiempo, ya que el grupo está negociando su venta al grupo Amodio, propiedad de los hermanos Luis y Mauricio Amodio. Según el hecho relevante remitido este martes a la CNMV, "la operación no implica adquisición de control por la familia Amodio que, en ningún caso, alcanzará el 30% de los derechos de voto de OHL". Puede que sea así en un primer momento, pero todo hace pensar que la constructora se desvinculará de Villar Mir más pronto que tarde. La CNMV ha suspendido este martes la cotización de OHL, cuando subía un 3,75%.
En otras palabras, de las tres divisiones más importantes ya solo queda OHL, de la que Villar Mir controla el 30,6% a través de Inmobiliaria Espacio. Será por poco tiempo, ya que el grupo está negociando su venta a la constructora mexicana Caabsa
El origen de todos los males del grupo ha sido la elevada deuda acumulada durante los años de crisis. Y el último intento por refinanciarla ha sido la puntilla. Nos referimos al contrato firmado en noviembre con el fondo Tyrus, que permitía al Grupo refinanciar la deuda y aplazar su vencimiento hasta finales de 2022 con posibilidad de ampliación hasta mediados de 2023. Al final, como adelantó Hispanidad, el acuerdo no ha sido tan beneficioso y ha enfrentado a Juan Villar-Mir de Fuentes con su cuñado, Javier López Madrid, principal responsable del acuerdo. Y todo esto con el patriarca en clara retirada.
En este contexto, Estudio de Comunicación, la empresa encargada de la imagen de OHL en los medios, fundada por Lalo Azcona y Benito Berceruelo, se plantea tirar la toalla, y no es porque el proyecto resulte complicado, sino por el lío jerárquico en el que está sumida OHL. ¿Quién manda realmente, Juan o Javier? Y, sobre todo, ¿quién paga?
Estamos asistiendo a la caída de Grupo Villar Mir, otrora ejemplo de emprendimiento empresarial español.