El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, ha comparecido, telemáticamente, claro está, ante el juez José Luis Calama, de la Audiencia Nacional, que lleva la causa penal de la intervención del Banco Popular.
Larga declaración pero obtusa, con un De Guindos, semienfadado, a la defensiva y que, tras evadirse de todas las preguntas… cayó en una trampa… y metió en un brete a Ana Botín, presidenta del Santander, que tendrá que declarar en una semana.
Según Guindos, el Santander le dijo que el Popular tendría un patrimonio negativo, pero el juez le niega la mayor y le recuerda que se está contradiciendo
Alguien preguntó a Guindos por qué razón no llegaron a buen puerto las negociaciones entre Emilio Saracho, entonces presidente del Popular y el Santander, para que éste comprara aquel.
-En el Santander me dijeron que el valor patrimonial del Popular era negativo- respondió el vicepresidente del BCE.
Una metedura de pata con dos derivadas. En primer lugar, Guindos recibió una llamada al orden por el juez por poner en solfa la solvencia del banco. Oiga, aquí ya no se habla de la solvencia del Popular, que usted mismo ha dicho que se intervino no por falta de solvencia sino por falta de liquidez.
Y segundo traspiés de Guindos: nadie había reconocido hasta ahora que el Santander tuviera interés en comprar el Popular. No sólo el Santander, sino también el BBVA de Francisco González, tal y como adelantó Hispanidad.
Lo cual coloca en un brete al Ana Botín porque el Santander siempre ha defendido que él no tenía interés en la compra pero que le llamaron de Europa para apostar… y se lo quedó por un euro.
Mientras, se reaviva el rumor en Madrid: De Guindos y Botín negociaron la compra del Popular en una tenida de Bilderberg
Y la guinda de la tarta: en paralelo al rosario de declaraciones, en Madrid se reaviva el rumor, la especie, con toda apariencia de realidad, con años de existencia, de que Luis de Guindos y Ana Botín negociaron la compra del Popular en una tenida de Bilderberg. En concreto, días antes de la intervención, en Chantilly, una pedanía de Virginia donde se reunió el todopoderoso y masoncete Club Bilderberg, uno de los puntales más visibles del Nuevo Orden Mundial (NOM). A lo mejor hasta pactaron el pecio: 1 euro. Y a lo mejor, el BBVA, que se retiró de la puja (al parecer, no estaba dispuesto a ofrecer sino medio euro), no se enteró de nada… o le dijeron que no se enterara de nada. Porque, por ese precio, oiga lo compro yo.
Es más, yo habría ofrecido dos euros.