La caída sufrida este lunes por Google ha sido la más grave de su historia, no por su duración -algo menos de una hora- sino porque ha afectado a todo el mundo y no sólo a una parte del globo. Es decir, el fallo -o el ataque cibernético- ha afectado a todos los servidores que el gigante tecnológico tiene distribuidos por todo el planeta y eso no había ocurrido nunca antes. En agosto, por ejemplo, se registró una caída generalizada de Gmail, pero sólo afectó a algunas zonas.
Este lunes, sin embargo, la incidencia detectada a las 12:30 horas, además de global, ha afectado a todos los servicios: Youtube, Gmail, Maps, Drive, Analytics, Hangouts, Meet y Google Chats, lo que ha provocado que muchas compañías que trabajan en internet hayan visto suspendida su actividad, especialmente en Europa y más concretamente en Reino Unido, España, Portugal, Polonia y Grecia.
Se ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la economía digital y, sobre todo, la dependencia en una sola compañía que, además, rara vez da explicaciones acerca de las incidencias. Y la de este lunes marca un antes y un después. Estamos avisados.