No sé si Pedro Castillo, entronizado presidente del Perú, es maestro de escuela pero su capacidad expositiva es la propia de un analfabeto funcional, recriado en la oratoria de Podemos.
Por menos de 70.000 votos (Perú tiene 32,5 millones de habitantes), y en un empate técnico que no se entiende con los resultados de la primera vuelta en la mano, ha derrotado a Keiko Fujimori.
Cae Perú, puede caer Chile, tiempo ha que cayeron Cuba y Venezuela, puede caer Colombia, Argentina se pervierte, Nicaragua se envenena aún más, Brasil, donde todo empezó, puede malograrse, en México vuelva a imperar la masonería, el indigenismo boliviano y su religión de la coca vuelve por sus fueros y ya está condenando a quien se le opone, podría caer Chile por la vanidosa estulticia de Piñera y el tirano Ortega en Nicaragua, se quita la careta y comienza de nuevo a asesinar.
Son distintas formas de neomarxismo, ahora mezclado con la ideología de género. En muchos casos, además, la perversión de las libertades ha sido monitorizada desde el exterior. Recuerden que Colombia está como está por una reforma fiscal ¡abortada!, y recuerden que los dos años, con bastante muertos, de conflicto callejeros en Chile tuvieron como raíz… ¡la subida del precio del billete de autobús en la capital!
El Nuevo Orden Mundial (NOM) siente obsesión por Iberoamérica, que no en vano cuatro de cada 10 católicos hablan español. Además, la crisis de Europa convierte a América en el continente católico por antonomasia
Pero el motivo de fondo de todo lo que está ocurriendo en Hispanoamérica es religioso. El Nuevo Orden Mundial (NOM) siente obsesión por Iberoamérica, que no en vano cuatro de cada 10 católicos hablan español. Además, la crisis de Europa convierte a América en el continente católico por antonomasia.
El marxismo invadió la católica Hispanoamérica con la teología de la liberación, una solemne majadería que se nos vendió como la nueva fe, cuando era el viejo comunismo, y ahora se vende mediante una cristofobia más puñetera aún, por más hipócrita, como es la ideología de género.
Pero tanto ayer como hoy, el trasfondo es el mismo: es la vieja masonería hoy remasterizada en Nuevo Orden Mundial (NOM), cuyo objetivo es acabar con el catolicismo en Iberoamérica y en todo el mundo. Para ello hay que pervertir a la Iglesia de Roma y hay que conquistar el poder bajo la bandera progresista, sea de comunista duro o capitalista, que eso sólo son apellidos.
Y la madre patria, España, bostezando, Desde luego, su tarea, que fue la evangelización de Iberoamérica, está varada.