La Razón ha accedido a la demanda por despido improcedente que interpuso Elena González en agosto de 2019 tras ser despedida de Podemos. La ex trabajadora del partido, que ejerció de escolta de la ministra Irene Montero, aseguró que la titular del Ministerio de Igualdad la obligaba a “hacer de chófer de la empleada doméstica y de la niñera”, pero también de “familiares” e “invitados”, según consta en el escrito que dirigió al Juzgado de lo Social número 3 de Madrid tras ser despedida de la formación morada.
Hasta el momento había trascendido que Irene Montero obligaba a su escolta a, por ejemplo, llevarle la cena a ella, a Pablo Iglesias y a los perros. Además, la exempleada denunció que la titular de Igualdad la obligó “de manera recurrente” -y fuera de su horario- a hacer de recadera para ella y sus hijos, o encargarse del mantenimiento de la vivienda y la mecánica de los vehículos particulares de la pareja. También le pedía que adelantase el comienzo de su jornada laboral para “calentar el habitáculo del coche” que la portavoz parlamentaria de Podemos utilizaba, a diario, en sus desplazamientos, publicó Ok Diario.
Dichas tareas se ordenaron, prosigue la demanda, y recoge La Razón, “no sólo en horario de turno asignado (por encima de jornada legal de manera habitual), sino en repetidas ocasiones fuera del horario y turno asignado”, dice el documento, que finaliza: “Estas circunstancias llegaron a suponer situaciones en las que, además de por razones profesionales, también por cuestiones personales, se impidió el descanso obligatorio entre jornada y jornada a la trabajadora, durmiendo cuatro horas, para hacer viajes de larga distancia conduciendo”.
La negativa a acatar esas órdenes, que a juicio de la escolta “no respetaban los derechos y límites de una relación laboral”, fue “el verdadero motivo por el que se dio la orden de que fuera apartada de sus funciones, no sólo con Irene Montero, sino también con Pablo Iglesias”. Despido que, por otra parte, se hizo acogiéndose Irene Montero a la denostada reforma laboral de Fátima Báñez, es decir, con 20 días de indemnización.
Según informó El Confidencial, Podemos llegó a un acuerdo con la escolta pocos días después de que Montero fuera nombrada ministra, por lo que el caso no llegó a juicio, Las fuentes consultadas por La Razón aseguran que estos acuerdos siempre incluyen una cláusula de confidencialidad. De hecho, la propia exescolta de Montero, recordó dicha claúsula de confidencialidad antes de declarar como testigo, citada por el juez José María Escribano, en la investigación por administración desleal en la que intenta esclarecer si Teresa Arévalo, que deberá comparecer el próximo 14 de julio ante el juez, hizo de niñera al cuidado de los hijos de la ministra y del líder de Podemos, Pablo Iglesias, con cargo a fondos públicos o del partido morado.
Elena González ha sido llamada a declarar, en este caso como testigo, después de que la ex responsable de Cumplimiento Normativo, Mónica Carmona, denunciara en un escrito dirigido al juez Juan José Escalonilla que investiga el “caso Neurona”, que fue destituida “tras enviar el 25 de noviembre de 2019 un correo a la gerente de Podemos, Rocío Val, y al responsable de Seguridad de Podemos, Víctor Martins, solicitando información completa sobre la contratación de esta trabajadora”, en referencia a Elena González.