Lo bueno de pasar un trimestre muy malo es que es más sencillo que la comparativa del año siguiente sea positiva. Eso es lo que le ha ocurrido al HSBC. Su beneficio a marzo se ha disparado hasta los 4.910 millones de dólares (4.398 millones de euros), esto es, un 31% más que en 2018, cuando destinó 897 millones de dólares a costes legales y regulatorios.
Además de la ausencia de multas, el mayor banco del mundo logró aumentar los ingresos y disminuir los gastos. Según las cuentas publicadas este viernes, los ingresos subieron un 5,2%, hasta los 14.428 millones de dólares (en euros, 12.927 millones) y los gastos operativos bajaron un 12%, hasta los 8.222 millones de dólares (7.367 millones de euros).
Europa fue la única región donde el banco no ganó dinero durante el trimestre: perdió 14 millones de dólares
Asia volvió a ser el motor de la entidad que dirige John Flint (no confundir con el capitán Flint,el temido pirata -o el loro homónimo- de la Isla del Tesoro) de , y aportó el 81% del beneficio bruto, muy por delante de Oriente Medio y el norte de África (7,5%), Norteamérica (6,1%) e Iberoamérica (6,1%). Europa fue la única región donde el banco no ganó dinero durante el trimestre: perdió 14 millones de dólares (12,5 millones de euros).
“Son unos resultados alentadores. Mientras tanto, permanecemos alerta a los riesgos de la economía global”, aseguró Flint. Al mercado le han gustado estos resultados y la cotización del HSBC sube este viernes un 2,4% en la Bolsa de Londres.
Para ser un grupo bancario siempre en la frontera de la legalidad, no está mal.