La marca de móviles de gama media y baja, Honor, ya no pertenece a Huawei. Ahora es propiedad de un consorcio formado por más de treinta compañías y fondos de inversión, todos ellos chinos, of course. El monto de la operación no ha trascendido, aunque hace una semana, Reuters valoró Honor en 100.000 millones de yuanes que, en euros, son unos 12.800 millones.
¿Por qué lo ha hecho? Oficialmente, para salvar a Honor ante las sanciones impuestas por EEUU a Huawei y que están afectando enormemente a su división de tecnología de consumo. Conviene recordar que Huawei es el segundo mayor fabricante de móviles, sólo por detrás de Samsung.
Honor, que en España se hizo rápidamente un hueco en el mercado gracias a la relación calidad-precio de sus terminales, vende unos 70 millones de móviles anuales en Asia y Europa y aportó a Huawei el 26% de las ventas de móviles en el tercer trimestre.
El caso es que, a partir de ahora, las sanciones impuestas por EEUU a Huawei no afectarán a Honor y podrá comprar componentes norteamericanos para la fabricación de sus terminales. No parece que Biden vaya a incluir a Honor en la lista negra.
Sobre el futuro de Honor no se puede descartar nada. Según Reuters, podría salir a bolsa o, incluso volver a ser propiedad de Huawei.