Ryanair se topa de nuevo con lo que más teme, las huelgas, que toman cuerpo, también geográficamente. Los tripulantes de cabina la han convocado para el viernes 28 de septiembre en cinco países (España, Portugal, Italia, Holanda y Bélgica).

Es un salto cualitativo a lo ocurrido hasta ahora, con paros por países, como el de esta semana Alemania, que también se podría sumar, por cierto, como Irlanda o Suecia. Los efectos de una huelga conjunta son impredecibles. Hasta ahora, los paros nacionales se han dejado sentir también en otros países, con importantes cancelaciones de vuelos. El efecto de una más amplia puede afectar a todo el cielo europeo.

La razón es la misma: Michael O’Leary, CEO de la low cost, se niega a ceder a las exigencias de los sindicatos para aplicar las legislaciones nacionales, no la irlandesa, en los países donde opera. Eso, en la práctica, se traduce en una merma de los derechos laborales (sueldo y condiciones) y de la libertad sindical.

La ‘low cost’ se niega a aplicar las legislaciones nacionales en los contratos: prefiere la irlandesa

La empresa es inflexible, de momento, con las reclamaciones como los contratos nacionales, que planea a aplicar a partir de 2022, algo inadmisible, en paralelo, para los convocantes. A eso se uneN, además, otras quejas como la presión con amenazas a las plantillas, incluso con “cartas intimidatorias”.

La huelga está convocada a escasos días de la Junta de Accionistas, el 20 de septiembre, una cita en la que O’Leary no quiere testigos; es decir, prohibirá el acceso a los medios de comunicación.

Todo eso añade otro ingrediente a la gestión del CEO, convencido de que el paro será un fracaso, con escasas anulaciones de vuelos. Ante la convocaría, ha vuelto a insistir en la misma idea.

Algo difícil de creer, en cualquier caso, si tenemos en cuenta los paros en julio y agosto, con la anulación de más de 400 vuelos y 55.000 pasajeros afectados. Un suma y sigue, en fin, entre problemas y demandas judiciales y abusos también, como cobrar cocho euros por la maleta en mano.