Junta Extraordinaria de accionistas de Ibercaja (ver el documento adjunto). Motivo oficial: se terminaba el plazo acordado por las cajas fusionadas: las dos aragonesas (CAZAR, La Inmaculada), Círculo Católico de Burgos y Caja de Ahorros de Badajoz. De hecho, estas dos últimas ya han desaparecido de la nueva Ibercaja.
La decisión más relevante es la consolidación del joven Víctor Iglesias Ruiz –en la imagen- como primer ejecutivo de Ibercaja, en calidad de CEO.
La presencia de las antiguas cajas de Badajoz y Círculo Católico de Burgos desaparecen
Ahora bien, una cosa es el CEO y otra quién manda, quién marca la estrategia. En Ibercaja el mando sigue estando en manos de dos veteranos: Amado Franco y José Luis Aguirre. El primero controla la Fundación Ibercaja, el segundo el banco Ibercaja. Tienen la misma edad (74 años) y aunque Franco prefiere dedicar menos horas al despacho, Aguirre no para. Pero el sucesor pactado por ambos… es Iglesias.
Jesús Barreiro Sanz, hombre clave de la entidad aragonesa, cesa como consejero pero se mantiene como secretario
Otra decisión de la Junta Extraordinaria que no debe pasar inadvertida es Jesús Barreiro Sanz, hombre clave de la entidad aragonesa, cesa como consejero, pero se mantiene como secretario. Es un hombre clave en la estructura de Ibercaja desde hace un cuarto de siglo.
Al mismo tiempo, por enésima vez, Ibercaja aprovecha la convocatoria extraordinaria para recordar que no está dispuesta a malvender la entidad.
Eso sí, la entidad aragonesa se niega a reducir capital con estos precios
Las leyes europeas y españolas (Guindos), un poquito absurdas obligaban a las cajas de ahorros, ahora fundaciones, a no superar el 40% del capital del banco. Ibercaja posee un 87%, por lo que en el plazo de un año (la verdad es que tampoco el calendario está claro) debería vender un 47%.
Pues bien, si el valor de referencia es la bolsa, hay que recordar que el sector bancario capitaliza en mínimos.
Otra solución sería una fusión o la incorporación de socios, preferentemente institucionales. Pero el problema sigue siendo el mismo, el precio. En cualquier caso, la idea de Ibercaja es mantener su independencia.