Iberdrola ha apostado a lo grande en EEUU (ha comprado PNM Resources, uno de los principales grupos de distribución eléctrica en los estados de Nuevo México y Texas). Una última muestra que refleja cómo no ha frenado en inversiones, pese al Covid: ya lleva 6.638 millones de euros hasta septiembre, el 66% del objetivo anual (10.000 millones), el cual se mantiene.
Este miércoles, una noticia ha acaparado gran protagonismo, rivalizando con la presentación de los resultados de los nueve primeros meses y el tropiezo en la cotización: su participada estadounidense (Avangrid), de la que tiene un 81,5%, ha anunciado un acuerdo de fusión para adquirir PNM por 3.663 millones de euros, lo que supone una prima del 10% sobre la cotización y del 19,3% del precio de los últimos 30 días. Una operación que le permitirá “crecer en negocios regulados y en renovables, en países altamente calificados, y que tendrá beneficios desde el primer año”, ha destacado Pedro Azagra, director de Desarrollo Corporativo de Iberdrola, en la presentación telemática con analistas. Una compra positiva en términos estratégicos porque permitirá seguir creciendo en EEUU, según han señalado los analistas del Banco Sabadell, que incrementará el Ebitda, pero también la deuda: ha cerrado septiembre en 37.883 millones y se elevará a 41.079 millones.
La 'operación PNM' le permitirá crecer en negocios regulados y en renovables, en países altamente calificados, y tendrá beneficios desde el primer año
Actualmente, el apalancamiento ya representa el 45,5% de la eléctrica que preside Ignacio S. Galán, pero eso no ha impedido que sigan aumentando las inversiones: han ascendido a 6.638 millones en los nueve primeros meses, de las que el 54% se han dado en renovables, con un incremento anual del 51,8%. Todo para presumir de ser cuanto más verde mejor, porque “estamos en el frente de una revolución energética”, ha afirmado Galán.
Unas inversiones que han subido un 23% respecto a las de hace un año y que han contribuido a que Iberdrola ya tenga más de 4.600 megavatios (MW) nuevos instalados en los últimos 12 meses y 7.650 MW en construcción. En concreto, tiene 2.700 MW en construcción en energía solar, 2.200 MW en eólica terrestre, 1.250 MW en almacenamiento (hidroeléctrica de bombeo y baterías), 1.000 MW de eólica marina y 500 MW en otros. En esta última partida podrían tener cabida los proyectos relacionados con el hidrógeno verde, que considera que será muy útil en sectores donde es difícil la electrificación, como el de la planta de Puertollano, que será la mayor para uso industrial en Europa y cuya producción se usará en la fábrica de amoniaco que Fertiberia tiene en esa localidad. Galán ha anunciado que muy pronto darán novedades relacionadas con esta energía.
Iberdrola no quiere dejar pasar las enormes oportunidades en mercados clave (Unión Europea -destacando España-, Reino Unido y EEUU) y al mismo tiempo eleva su presencia geográfica a otros países. En la UE, la eléctrica quiere aprovechar la apuesta por la reducción de emisiones y el hidrógeno verde, mientras en Reino Unido y EEUU, las inversiones se centran más en eólica marina. Una tecnología que también le ha permitido aumentar su presencia en Suecia y Francia, y entrar en Japón, mientras que el crecimiento en otras renovables ha justificado la mayor apuesta en Brasil y en Australia, donde se ha hecho con Infigen. Pero ojo, porque el apalancamiento es elevado y sigue aumentando.
Paralelamente, el exministro popular Ángel Acebes ha vuelto al Consejo de Administración de la eléctrica por la puerta grande: también entra en la Comisión Delegada Ejecutiva.