- La eléctrica produce un 5,3% menos de energía hasta junio.
- La que más sufre: la actividad hidráulica, que cae un 34,4%.
- Como contrapartida, crecen los ciclos combinados de gas y la cogeneración.
- Y en España, el carbón.
La primera mitad del año ha sido muy seco y muy poco ventoso. Se nota en el campo y en las grandes ciudades, donde la falta de estos dos elementos permite que la polución se instale formando la típica boina gris en el cielo. Pero también se nota en los datos del
balance energético de
Iberdrola, remitido este viernes a la CNMV.
En total, la compañía que preside
Ignacio Sánchez Galán, ha recortado su producción un 5,3% durante el primer semestre del año. La que más ha sufrido la climatología ha sido la actividad hidráulica, que ha caído un significativo 34,4%. Está claro, si no llueve, no hay energía
hidráulica.
Asimismo, el
carbón (-9,8%), las
renovables –sobre todo,
eólica- (-5,6%) y la
nuclear (-5,1%), también han experimentado importantes descensos. Como contrapartida, los ciclos combinados de gas ( 14%) y la actividad de cogeneración ( 8,6%), han crecido durante este periodo, respecto al de 2014.
Eso, en cuanto a la producción total de
Iberdrola. Si nos fijamos en los datos de España, la cosa varía un poco. Por ejemplo, la producción total bajó aún más, hasta el 14,6%, impulsada por los descensos de la
hidráulica (-39,2%), de las
renovables (-9,4%) y de la nuclear (-5,1%).
Donde realmente está la diferencia es en la energía procedente del carbón, que en España se ha disparado un 135,7%, mientras que en el conjunto de la compañía, como hemos señalado más arriba, ha descendido un 9,8%.
En cualquier caso, la principal tecnología de
Iberdrola siguen siendo las
renovables –eólica, fundamentalmente-, que representan el 32,3% del total. Los ciclos combinados de gas representan tienen un peso del 28%, la hidráulica representa el 22,4%, la nuclear, el 7,5%, el carbón, el 7% y la cogeneración, tan solo el 2,8% de toda la capacidad instalada del grupo.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com