Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, ha reclamado que se midan las emisiones netas de CO2 desde el origen (en el caso de los coches, desde la batería hasta el tubo de escape). Además, quiere que se deje competir a todas las tecnologías con un precio de CO2 establecido “en vez de que las Administraciones defienden unas tecnologías frente a otras, ha señalado en el V Foro de Energía organizado por El Economista.
El CEO de Repsol ha defendido la apuesta de su compañía por el diésel carbonizado con proyectos de combustibles sintéticos, el hidrógeno verde (se obtiene con agua y electricidad renovable), el hidrógeno azul (vía gas natural y gas combustible), la movilidad eléctrica y las renovables. El planteamiento de la medición de las emisiones netas desde el origen también ha recibido el respaldo de José Bogas, CEO de Endesa, quien también apoya el hidrógeno verde, pero es contrario al hidrógeno azul.
Imaz cree que el parque de vehículos nacional será más antiguo y contaminará más: si la media era de 12,6 años pasará a 13 ó 13,5 años
Imaz se ha desmarcado del “pensamiento mágico” de que de la crisis del coronavirus saldremos más fuerte, pues cree que se frenará la descarbonización. “Tras el Covid, las administraciones van a administraciones van a tener menos dinero en todo el mundo para poner en marcha todas estas políticas encaminadas a las nuevas tecnologías”, ha afirmado. Por ejemplo, ha argumentado que si este año las ventas de vehículos en España caerán un 28%, el parque de vehículos nacional será más antiguo y contaminará más: si la media era de 12,6 años pasará a 13 ó 13,5 años. Asimismo, cree que se retrasará la renovación de la flota de aviones de las aerolíneas, el cambio de ventanas en los hogares y la instalación de paneles solares, entre otras cosas.
Bogas (Endesa) recuerda que el 40% del coste del coche eléctrico depende de la batería, la cual podría bajar su precio un 50% para 2022-2023, lo que ayudaría a abaratar el coste total
Respecto a los coches eléctricos, Luis Aires, presidente de BP en España, cree que el objetivo de 5 millones para 2030 “va a llevar más tiempo”. Bogas ha señalado que aún hay importantes retos que afrontar: “la autonomía, el coste del vehículo y la ansiedad de los conductores ante la falta de puntos de recarga”. En concreto, respecto al coste del coche eléctrico, el CEO de Endesa, ha recordado que el 40% depende de la batería, la cual podría bajar su precio un 50% para 2022-2023, lo que ayudaría a abaratar el coste total.
Por su parte, Philippe Boisseau, CEO de Cepsa, ha subrayado que “el mundo financiero está cambiando”. Y es que ha insistido en que los bancos están dejando de financiar proyectos emisores de CO2 y está cogiendo valor la sostenibilidad de las empresas.