- El Ceo de la compañía en España asegura que el mercado en el Reino Unido es especial y se ponía en peligro la competencia.
- Antonio Coimbra afirma que los precios del fútbol no son sostenibles y confía en que la situación se normalice dentro de tres años.
- Y cree que la incertidumbre política sí afecta a la economía.
- Vodafone da por finalizado el plan estratégico 2013-2016 que ha contado con una inversión de 10.000 millones de euros.
- Ahora toca devolver el esfuerzo a los accionistas.
Vodafone siempre se había mostrado en contra de los vetos a la concentración del sector. Las grandes telecos europeas siempre han apoyado los procesos de consolidación. El sector requiere de unas elevadísimas inversiones que sólo pueden llevar a cabo compañías con un importante músculo financiero. Además,
hay que contar con la permanente amenaza de los gigantes norteamericanos.
Por eso, ha sorprendido y mucho el apoyo mostrado este martes por el consejero delegado de
Vodafone España al veto de Bruselas a la venta de
O2 por parte de Telefónica. Y es que, según
Antonio Coimbra (
en la imagen), el mercado en el Reino Unido tiene unas condiciones particulares. Es decir, si se daba el visto bueno a la operación
O2-Hutchison, se ponía en peligro la compartición de las infraestructuras de telecomunicaciones y, por ende, se ponía en peligro la competencia. Por eso, para Coimbra,
la prohibición de Bruselas ha sido correcta.
Sobre el mercado nacional, el número uno de Vodafone ha asegurado que los precios del fútbol no son sostenibles. Para compensar lo que la compañía ha pagado por los
derechos del fútbol, cada suscriptor debería pagar entre 40 y 50 euros mensuales, una cantidad que muy pocos aficionados estarían dispuestos a desembolsar. Por otra parte, tampoco sería justo, según Coimbra, repercutir el precio del fútbol en las demás tarifas
y obligar a todos los clientes a pagar por ese contenido.
Pero tranquilos, la situación cambiará en tres años, cuando finalice el acuerdo en vigor actualmente. Coimbra espera que para entonces hayan cambiado las circunstancias. La más importante, la no exclusividad a la hora de comercializar esos derechos. Ya veremos.
Como también veremos
qué ocurre tras las próximas elecciones del 26-J. De momento, la incertidumbre política está afectando negativamente a la economía española, según Coimbra.
Vodafone España ha dado por finalizado el plan estratégico 2013-2016 y ha presentado el nuevo, que estará vigente hasta 2019. Lo más destacable de estos años, la fuerte inversión realizada: 10.000 millones de euros,
ONO incluido. Por cierto, la fusión societaria Vodafone-ONO se culminará en junio. A partir de entonces sólo oiremos hablar de ONO como marca comercial.
Una vez realizada esa elevadísima inversión,
ahora toca devolver el esfuerzo a los accionistas. Por eso, el plan 2016-2019 contempla menos inversiones: entre 600 y 800 millones de euros al año. Ojo, no por eso va a disminuir el ritmo del despliegue de fibra óptica y de
4G, claves en el desarrollo de la teleco en España.
¿
Qué ha ocurrido en el último ejercicio fiscal? Que los ingresos por servicio, eliminando el efecto de la financiación de terminales para hacerlos comparables, han aumentado un 0,6% en el último trimestre y han quedado prácticamente planos en el conjunto del año (-0,3%). En la nota remitida a los medios,
la compañía asegura que es el tercer trimestre consecutivo en el que
suben los ingresos por servicio, tras 27 trimestres consecutivos de descensos. Y es cierto. Ahora bien, en el segundo trimestre, el aumento fue del 1%, en el tercero, del 0,7% y ahora, en el cuarto, del 0,6%.
Cuidado con la tendencia. Sea como fuere, el Ebitda aumentó un 4,2% durante el ejercicio.
En cualquier caso,
Vodafone ha cerrado su año fiscal con crecimiento de clientes en todas las áreas: 334.000 nuevos clientes en móviles de contrato, casi 2 millones en fibra, 271.000 clientes nuevos en TV, lo que supone un aumento del 34%, y 326.000 clientes nuevos de Vodafone One.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com