Luces y sombras en el resultado de Intesa Sanpaolo durante los nueve primeros meses del año, en los que registró un beneficio de 3.037 millones de euros, un 7,2% menos que en 2019, según las cuentas publicadas este miércoles. Primera idea fuerza: la caída del beneficio no se debió al coronavirus -al menos exclusivamente- sino a la fuerte caída del 6% de las comisiones, que no superaron los 5.449 millones de euros.
Más positivo fue el desempeño de la otra pata del negocio típico bancario: el margen de intereses creció un 1,1%, hasta los 5.315 millones. En esta misma, el negocio asegurador aumentó un 8,8%, hasta los 1.031 millones.
En su empeño por buscar el beneficio y aumentar la rentabilidad, el primer banco minorista de Italia redujo los gastos de una manera importante: los de personal un 3,2%, hasta 4.094 millones de euros y los administrativos, un 7,7%, hasta los 1.706 millones.
Todo esto sin contar el beneficio de UBI Banca, entidad de la que Intesa compró una participación de control en julio por 4.900 millones de euros. Si hubieran incluido los resultados de UBI Banca, el beneficio habría alcanzado los 6.376 millones de euros, algo más del doble de los registrados en solitario.