El Índice de Precios de Consumo (IPC) mantuvo su tasa interanual en el -0,8% en noviembre, según los datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que coinciden con los avanzados a finales del mes pasado.
De esta manera, el IPC interanual lleva ya ocho meses en negativo.
Por su parte, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el -0,8%, una décima por encima de la de octubre.
La inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, cayó una décima en noviembre, hasta el 0,2%.
Y en tasa mensual (noviembre sobre octubre), el IPC creció un 0,2% .
Así las cosas, la economía española se acerca peligrosamente a un escenario de deflación o inflación negativa, que, en economía es un descenso generalizado y prolongado -como mínimo, dos semestres según el FMI- de los precios de bienes y servicios motivado por una atonía de la demanda y un exceso de las capacidades productivas, recuerda Wikipedia.
Las desventajas de la deflación son básicamente la reducción de la actividad económica, el aumento del desempleo, aumento de incertidumbre económica, aumento de los tipos de interés reales por la caída de precios y la caída de la demanda.