- Dejan su huella con pintadas amenazantes en sus idiomas de procedencia.
- Los insultos a los "esclavos de la cruz" están en las paredes de las ciudades reconquistadas.
- Lo más importante, mostrar el grado de destrución de las iglesias.
- Y además, la profanación de templos y hasta de las tumbas de sacerdotes católicos.
Diversas fotos, enviadas por
Stephen Rasche, un abogado de la archidiócesis católico-caldea de Erbil, a la Fundación Pontificia Internacional
Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), documentan la presencia de extremistas procedentes de países europeos en el
Estado Islámico.
Las fotos muestran pintadas en alemán y fueron tomadas en Batnaya, una pequeña ciudad de la Llanura de Nínive, a 15 km de Mosul, que ahora ha sido reconquistada por la coalición, según se desprende de la información de AIN. Cuando se hicieron con la ciudad los terroristas, en agosto de 2014, vivían allí unas 850 familias cristianas, según datos aportados por el sacerdote Fr. Steven Esam, quien entonces trabajaba allí.
En las pintadas
se insulta a los cristianos llamándoles "esclavos de la cruz" y se les amenaza de muerte. Además se dice: "Este país es un país islámico y vosotros, los inmundos, no pertenecéis a él". En otro graffiti se puede leer: "
Os vamos a matar a todos". Las pintadas, escritas en parte en un alemán con errores gramaticales, se encuentran en los muros de la capilla de San Addai de Batnaya.
Stephen Rasche comunicó a la Fundación Pontificia a propósito de las fotos: "Lo más importante es mostrar el
alto grado de destrucción para comprender lo que ha sucedido y lo peligroso que todavía es volver allí. Además, al mostrar la destrucción y la profanación de nuestros santos lugares deseo hacer comprender al mundo el miedo y
el temor que siente nuestra gente cuando ha de pensar si quiere retornar en el futuro".
Otras fotos fueron tomadas en la vecina ciudad de Karamles (también: Karemlash, Karamlash, Karemles, Karemlish), unos 29 kilómetros al sureste de Mosul, y muestran el brutal modo de proceder de los terroristas. Al margen de las iglesias destruidas y profanadas, de estatuas de santos despedazadas y mutiladas, AIN está especialmente conmocionada por la
profanación de la tumba de un sacerdote católico.
Stephen Rasche expone al respecto: «La tumba de uno de nuestros sacerdotes fue abierta; sacaron el cadáver. Hemos encontrado las vestimentas y la tapa del féretro, pero del cadáver no hay huella». La Fundación Pontificia ha podido saber que se trata del sacerdote Salem Ganni, fallecido en 2009, un familiar del sacerdote Ragheed Ganni que fue asesinado a tiros en Mosul en 2007 cuanto tenía 34 años.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com