Legislación sobre el aborto en España. Hagamos una breve cronología, para no perdernos:
1985: se introduce el aborto en España con la ley de Felipe González. Era una ley de supuestos que permitía la interrupción del embarazo en caso de malformación del feto, peligro físico o psíquico para la madre y violación. De inmediato, lo de la salud psíquica se convierte en un coladero para desaprensivas. En la práctica, es aborto libre.
En 2010 llega la "Ley Aído", ministra de Igualdad con Zapatero, que permitía el aborto libre tipificado hasta las 14 semanas de gestación... que se sumaba a las posibilidades de la ley del 85. Vamos, que en España se puede abortar sin problemas hasta el mismísimo nacimiento del bebé.
En 2015 Alberto Ruiz-Gallardón planteó la reforma de la ley del aborto de 2010, pero sólo consiguió -y le costó el puesto, por la tibieza de Mariano Rajoy- una modificación mínima, la que obligaba al consentimiento paterno para las menores de 18 años, que quisieran interrumpir su embarazo.
2020: la ministra de Igualdad -en el Ejecutivo Sánchez- Irene Montero anuncia que el Gobierno está intentando comenzar los trabajos de modificación de la ley del aborto de 2010 para derogar la reforma de Gallardón de 2015. ¿Pero qué reforma si sólo se introdujo la modificación de permiso paterno si las jóvenes menores de 18 años querían abortar? Y, sin olvidar, que entonces ya existía la píldora del día después (PDD), la que más utilizan las adolescentes que abortan tras una noche loca.
Pues bien, la ministra de Igualdad ha anunciado en su comparecencia de este miércoles en el Congreso que el Ejecutivo trabaja en esa modificación de la ley para garantizar que todas las mujeres tengan derecho a decidir sobre sus cuerpos porque "nuestros cuerpos son nuestros y nosotras decidimos" ha dicho Montero y, además, para garantizar la salud sexual de toda la ciudadanía con el consiguiente acceso a los métodos anticonceptivos más avanzados y, atención a este punto, a una educación sexual efectiva (no ha precisado a partir de qué edades, pero podemos imaginarnos que cuánto antes se empiece a 'enseñar' -que no a adoctrinar- en estos contenidos, mejor) como la mejor herramienta para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres y como la mejor vacuna contra la violencia machista.
Recuerden el chiste del vasco que quiere ser más vasco y le pide al médico que le quite medio cerebro. Pero una vez conseguido, sus ansias euslkaldunes no se han saciado y solicita al médico que le quite el otro medio cerebro. Cuando despierta, : exclama:
-Escolta doc, t'has passat.
Pues Ia ministra Irene lo mimsmo pero con el aborto: más aborto. Pero si no cabe más. Es igual: más.