¿Se puede afrontar la recuperación económica post-covid bajando los impuestos? Según Pedro Sánchez, ni de broma, porque tanto la deuda como el déficit públicos se van a disparar (todavía más), y eso hay que compensarlo recaudando más dinero, esto es, subiendo los impuestos. Y no sólo a las empresas, sino también el IRPF, tal y como anunció en julio durante una entrevista en La Sexta.
El Gobierno italiano opina lo contrario y ya se ha puesto manos a la obra para bajar los impuestos a pesar del aumento histórico de la deuda pública. Sus recetas, anunciadas esta semana, son completamente distintas a las del gobierno socialcomunista de Sánchez y se resumen en bajar los impuestos sobre el trabajo -aunque sólo a través de desgravaciones fiscales- y reformar el IRPF, bien reduciendo los tramos de cinco a tres, o bien instaurando un IRPF progresivo y personalizado, siguiendo el modelo alemán. En cualquier caso, se trata de bajar los impuestos.
Y lo más significativo: el primer ministro, Giuseppe Conte, apoyado por los socialdemócratas del PD y por el Movimiento 5 Estrellas (M5E), ha anunciado el “cheque familiar”, esto es, una ayuda por cada hijo hasta los 21 años de edad.
¿Comprenden? La recuperación económica post-covid debe apoyarse en dos pilares, fundamentalmente: bajada de impuestos -laborales y de la renta- y un plan real para incentivar la natalidad. Y, por supuesto, emplear el endeudamiento público para invertir y no para gastar.
El Gobierno italiano ya ha comenzado a recorrer ese camino y en julio aprobó una bajada de impuestos para 16 millones de trabajadores con ingresos anuales de entre 28.000 y 40.000 euros.
Y de forma paralela, los italianos decidieron en septiembre, mediante referéndum, reducir el número de parlamentarios (Congreso y Senado), que pasará de ser de 600 frente a los 945 actuales, lo que permitirá ahorrar 100 millones de euros. Sí, es el chocolate del loro, pero por algo se empieza.