- Aunque si se lo regalan, el millonario cántabro estaría dispuesto a convertirse en un gran banquero.
- Con la absorción del Popular por Bankinter, naturalmente.
- De entrada, Jaime Botín le lanza un mensaje envenenado a Saracho: estás muerto.
- El mercado no te va a dar dinero. Al parecer, "el mercado es Botín".
- La bofetada se la ha propinado a través de sus analistas, que es como se masacran los poderosos.
- Ya saben, ante todo, capacidad técnica.
- Mientras tanto, el Gobierno abandona a Saracho. Le basta con recordarle que no puede aspirar a ayudas públicas…
- Y que si no puede sanear, alguien se lo comerá.
El martes corría por Madrid la especie de que
Jaime Botín (
en la imagen) podía dar el salto que nunca quiso dar: una compra.
Bankinter siempre ha crecido de forma orgánica, buen banco pero pequeñito. Pues bien su hijo
Alfonso Botín Naveda, vicepresidente ejecutivo de Bankinter,
sí quiere crecer, sí quiere ser un gran banquero. En resumen, que en Bankinter se plantean o bien
absorber el
Popular (les viene grande, salvo que echen mano del presupuesto familiar, que no del balance de Bankinter) o bien participar en su
troceo. En cualquier caso,
Saracho: ríndete…
Y miran ustedes por donde,
24 horas después los analistas de Bankinter, de suyo discretísimos, sueltan que Emilio Saracho no a va poder acudir al
mercado porque el mercado le negará sus favores. O sea, que Jaime Botín ha dicho eso de que el mercado
c'est moi. Además su hijo Alfonso Botín tiene más ambiciones que su padre que ya está de retirada.
En el entretanto, y tras la
fallida Junta de Accionistas del Popular, Saracho necesita dos cosas: aclarar las ideas a su propio equipo que no sabe si el jefe piensa más en el saneamiento que en la fusión o más en la fusión que en el saneamiento, y conseguir fondos que se sumen al proyecto, porque una cosa es que haya resultado inoportuno el informe de los analistas de Bankinter y otra cosa es que no sea cierto lo que dicen. Efectivamente, Saracho no puede acudir al mercado por tercera vez y tampoco le valen las emisiones en renta fija (¿a qué precio y en qué condiciones debería emitir?). Por tanto, está buscando fondos institucionales, pero dada la cotización de la acción, se supone que esos fondos van a tener un carácter 'buitresco'.
Y si
desgraciada fue la intervención de Saracho el lunes, al abrir las puertas a una fusión y olvidarse del saneamiento en solitario, que es para lo que ha sido llamado a filas. Aun más desgraciada ha sido la intervención -en la mañana del miércoles- de
la secretaria de Estado de Economía, Irene Garrido, que en lugar de apoyar al Popular ha dicho la tontuna de siempre -es muy solvente- y que la solución debe ser privada: que el Estado no va a poner ni un euro. Eso ya lo sabíamos, pero lo que se esperaba de usted es que dijera que el Popular debía continuar independiente, que es otra cosa.
Por tanto, se ha abierto la veda tanto para el desguace del Popu como para una absorción. Y ojo, porque si se trata de desguazar el Popu serían muchos los que se apuntaran. Ahora bien, si el banco está quebrado, ¿quién quiere comprar a un quebrado? O a lo mejor es que no lo está tanto y que los buitres han olfateado ganancias.
Eso si, como siga así, Jaime Botín se despedirá de este mundo como un gran banquero pero no como un banquero grande.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com