El clan Villar Mir no pasa por su mejor momento. Los problemas financieros de Grupo Villar Mir han hecho mella en la relación entre Juan Villar-Mir de Fuentes y su cuñado, Javier López Madrid. Ojo, los dos comparten el puesto de CEO en el conglomerado familiar -Juan, además, es vicepresidente-, pero lo cierto es que es López Madrid el que lleva la voz cantante. Juan Miguel Villar Mir siempre ha confiado en su yerno para los asuntos financieros. También ahora, cuando la deuda de algo más de 500 millones sigue atenazando al grupo.
Entre las medidas de López Madrid está la firma de un contrato con el fondo Tyrus, en noviembre de 2018 que permitía a Grupo Villar Mir refinanciar su deuda y aplazar su vencimiento hasta finales de 2022, con posibilidad de ampliación hasta mediados de 2023. Por su parte, el fondo buitre con sede en Mónaco, se comprometía a aportar 323 millones de euros al grupo Villar Mir.
Lo que en noviembre parecía un paso positivo se ha convertido, en cuestión de meses, en el principal argumento de Juan Villar-Mir para poner en solfa la estrategia de su cuñado. El contrato es draconiano para el grupo y, además, el fondo aún no ha aportado nada de lo comprometido. En otras palabras, el acuerdo con Tyrus está asfixiando las cuentas del conglomerado familiar.
Las ventas impulsadas por López Madrid -la última, la de Fertiberia al fondo Triton- tampoco favorecen la relación entre ambos. El propósito de López Madrid es convertir Grupo Villar Mir, otrora uno de los conglomerados industriales más importantes de España, en una sociedad patrimonial, algo que rechaza Juan Villar-Mir. El presidente de OHL quiere seguir los pasos de su padre, esto es, seguir siendo empresario.