Prosigue el juicio en el Tribunal Supremo a los doce independentistas por la celebración del referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña el 27 de octubre de 2017.
Esta mañana ha declarado el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, quien ha revelado en su declaración como testigo en el juicio del procés que se reunió con el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y que habló con él por teléfono para intentar buscar una solución como "intercesor" después de que el expresidente catalán Carles Puigdemont le pidiera en verano de 2017 que interviniera para "reconducir" una situación de "bloqueo absoluto" entre ambos ejecutivos.
Urkullu ha afirmado que Rajoy fue siempre "renuente" a que cualquier paso se interpretara como una "negociación" que vulnerara la Constitución y ha asegurado también que "no era muy dado a la aplicación del 155".
Urkullu declara que intercedió entre Rajoy y Puigdemont
El lehendakari ha revelado que su propuesta, tanto a Rajoy como a Puigdemont, fue abrir un periodo de tres meses de distensión. "Les dije que no debería haber una declaración unilateral de independencia y tampoco la aplicación del artículo 155 de la Constitución", ha añadido.
Tras él ha testificado el diputado de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, quien, en referencia al 1-O, ha dicho que vio a gente "con un anhelo brutal a votar", pero también "imágenes de policías apaleando a señoras".
También ha declarado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien ha dicho que "el 20-S había una gran alarma social, vivíamos un estado de excepción”. Sobre el 1-O, Colau ha descrito el referéndum como "una movilización pacífica autoorganizada por la gente” y ha lamentado que las cargas policiales "alteraron la jornada". En un guiño a los acusados, Colau ha añadido: “Si por el 1-O están ellos aquí, deberíamos estar millones de personas”.