- El Gobierno reprocha al subgobernador del Banco de España que se empeñara en colocar Abanca (NCG Banco) a los Escotet.
- Y ahora puede provocar otro desastre.
- Y Restoy responde que quien inclinó la balanza en favor de unos inexpertos en banca fue Feijóo.
- Y todo esto en el peor momento en que la Confederación Intersindical de Cajas (CIC) ha pedido que Restoy sea investigado por la OPS de Bankia y la Asociación de Inspectores del Banco de España ha solicitado su dimisión.
El enfrentamiento entre
Luis de Guindos y Fernando Restoy (
en la imagen) se incrementa cada día que pasa y ahora, además, tiene un nuevo escenario:
Abanca. La entidad, que este lunes ha celebrado su Junta General de Accionistas, está en boca de todo el sector. Los banqueros ya han advertido: la entidad de Juan Carlos Escotet es un problema.
Y eso es, precisamente, lo que le reprocha el ministro de Economía en funciones al subgobernador del Banco de España: que se empeñara en colocar Abanca -entonces, NCG Banco- a los Escotet, una de las familias más adineradas de Venezuela, con múltiples negocios pero con escasa trayectoria como banqueros.
Ahora, el empeño de
Restoy -según el Gobierno- puede provocar otro desastre. Y Restoy, que no es nuevo en estas lides, responde que el responsable no fue él sino el presidente de la Xunta,
Alberto Núñez Feijóo. Y en parte tiene razón, porque el popular Feijóo se negó a que la entidad gallega acabara en manos de Caixabank, uno de los candidatos que mostró su interés por NCG Banco -ahora Abanca-.
El presidente del PP gallego no quería que el banco perdiera su 'galleguidad' e
inclinó la balanza en favor de Escotet, que prometía seguir siendo muy gallego, más incluso que el propio Feijóo. Sea como fuere, la última palabra la tuvo Restoy, que entonces era, además, presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
En su comparecencia ante la
Comisión de Economía del Congreso, en febrero de 2014, Restoy admitió que la adjudicación de NCG Banco por 1.003 millones de euros conllevó una "pérdida apreciable" de fondos públicos. Pero, según él, era la mejor opción, ya que la liquidación hubiera tenido un coste de 13.000 millones de euros.
Lo que no dijo Restoy es que la oferta de Escotet no era la mejor y que, además, se trataba de alguien sin experiencia en banca doméstica.
En cualquier caso, todo esto se produce en un momento muy difícil para Restoy. La CIC ha pedido al juez Andreu que le investigue -antes sería imputado- por la
salida a bolsa de Bankia, y la Asociación de Inspectores del Banco de España ha solicitado su dimisión.
No, no son momentos buenos para
Restoy que, además, ha visto cómo el Gobierno de Rajoy, que le destituyó al frente del FROB, ha salido reforzado tras el 26-J. Por cierto, Rajoy recuperó el pacto no escrito que dice que, mientras el Gobierno nombra al gobernador del Banco de España, la oposición nombra al subgobernador. Pacto que rompió, cómo no,
José Luis Rodríguez Zapatero.
En todo caso, el mandato de Restoy finaliza en 2018 sin posibilidad de renovación. A Guindos se le va a hacer largo y en Abanca puede pasar cualquier cosa. De momento, este lunes se ha quedado sin un consejero independiente.
Miguel Ángel Capriles López ha presentado su dimisión. Su actividad profesional le impide dedicar el tiempo necesario a Abanca, según el
hecho relevante remitido a la CNMV.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com