• Se queda con un consejero -él mismo- y si quiere más vocales que lo pida por el conducto reglamentario.
  • Sin embargo la herida no está cerrada.
  • Y los futuros están llamados a ser algo más.
  • Además, si se tratara de una operación meramente especulativa, debería ser demandado por el Consejo.
  • Y no nos engañemos: el objetivo de Moreno Carretero era el presidente, Manuel Manrique. El resto supone fracasar.
Jueves 8 de octubre, Junta de Accionistas de Sacyr marcada por la andanada de José Moreno Carretero, que ha pasado de controlar el 5 al 12% (vía futuros, ciertamente) de derechos políticos. Tomás Fuertes (El Pozo, 5%) le apoya. Eso sí, no consiguió el apoyo de José Manuel Loureda (7,6%), avalista de Manuel Manrique. Es decir, ya a finales de la pasada semana se supone que Moreno Carretero, no lograría echar el presidente, Manuel Manrique. Pero es que la postura de este y de sus socios, entre ellos Demetrio Carceller, se ha endurecido en las últimas 48 horas. No sólo no conseguirá cesar a Manrique sino que además no se le concederán más puestos en el Consejo: que lo pida por el conducto reglamentario que es seguro pero es lento. Lo que no es aceptable es que se califique la compra de futuros de Moreno Carretero como una operación meramente especulativa sobre la propia acción. En ese caso, se podría acusar de especular con la acción… por cuyo valor le ha sido encargado velar. No, lo que ocurre es que las espadas están en alto y en alto se van a quedar durante mucho tiempo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com