Junta del Banco Santander hoy, viernes 3 de abril, en remoto y desde Madrid, no desde Santander. Una junta atípica, como casi todo lo que sucede en estos momentos de confinamiento forzoso decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Ana Botín, sin embargo, apenas lo ha mencionado. La presidenta del Santander ha hablado -lo ha repetido hasta la saciedad- de “crisis” y de “emergencia” sanitaria, y ha evitado criticar la gestión del Gobierno. Por no mencionar, ni siquiera se ha referido a los desastrosos datos de desempleo difundidos el jueves y que auguran una crisis económica más profunda que la de 2008.
Es más, y en contra de lo que manifestaron los presidentes de la CEOE y de los autónomos, Botín ha asegurado que los 100.000 millones de euros que repartirá la banca en créditos, con dinero del ICO (del Estado) serán clave para una recuperación rápida de la crisis. Recuerden: son créditos que hay que devolver, aunque a un interés más bajo de lo habitual, pero créditos al fin. La gran diferencia es que es el Estado el que avala entre el 70% y el 80% de esos préstamos.
Y una noticia tranquilizadora: el banco no realizará ningún ERTE en España, ni en otros países, mientras dure esta situación
Como la Junta ha sido en remoto, las intervenciones de los accionistas -hasta 23- han sido también en remoto. Hasta ahí bien. El problema es que, en lugar de leerlas, Botín ha respondido a las cuestiones, unificándolas por temas. Es el método utilizado por Miguel Ángel Oliver en las ruedas de prensa telemáticas del Gobierno y que ha sido criticado por más de cien periodistas.
Entre las cuestiones, cómo no, el Popular. Botín insiste ante la posibilidad de que prosperen las demandas civiles y haya que resarcir a los afectados: la responsabilidad de la resolución del banco es de la JUR, no del Santander. Y luego ha recordado que fue el propio Consejo del Popular quien advirtió al supervisor de su falta de liquidez. Una verdad a medias, porque Botín ha ocultado que esa falta de liquidez fue provocada por la retirada de miles de millones de depósitos de las administraciones españolas y no por una mala gestión de la entidad.
El dividendo también ha sido protagonista. El banco no repartirá dividendo complementario con cargo a 2019 y ha suspendido el de 2020, a la espera de conocer el impacto de la crisis económica provocada por la paralización de la actividad. Y una noticia tranquilizadora: el banco no realizará ningún ERTE en España, ni en otros países, mientras dure esta situación.