La campaña orquestada desde algunos ‘proxy’, con el apoyo de medios de comunicación como Expansión o La Información, ha logrado justo lo contrario de lo que pretendía: José María Álvarez-Pallete ha sido reelegido como consejero de Telefónica por el 84,6% de los accionistas, esto es, ha obtenido más apoyos que en 2017, cuando le votaron el 80,2%.
De esta manera, la gran mayoría de los accionistas que han participado en la junta -ha contado con un cuórum del 56,89%- no ha secundado las consignas del asesor de voto estadounidense, ISS, ni las del europeo, Proxinvest, que invitaban a votar en contra de la reelección del presidente porque, según ellos, concentra demasiado poder ejecutivo y tiene una remuneración excesiva. Los accionistas no lo creen así.
En lo que seguramente estarán de acuerdo, sobre todo los minoritarios, es en volver a las juntas presenciales cuanto antes o, al menos, en celebrarlas con un formato mixto. Si no, el papel de los minoritarios será cada vez más irrelevante. Lo hemos visto en la junta celebrada este viernes. Llegado el momento de las intervenciones, el secretario del Consejo, Pablo de Carvajal, después de nombrar a los intervinientes, se ha limitado a enumerar los motivos de esas intervenciones: la cotización de la acción, las operaciones inorgánicas, la evolución de la deuda… y nada más. En la junta del BBVA, celebrada el martes, se leyeron las intervenciones íntegramente, como debe ser. En la de Telefónica, Carvajal ni siquiera hizo un resumen de las mismas. Lamentable.
La junta ha servido para presentar la nueva imagen de la compañía. Hemos pasado de Telefonica a Telefónica, con tilde. Menos mal, porque llamaba la atención que la principal teleco española tuviera un error ortográfico en su imagen corporativa.
Luego están las consideraciones, muy profundas, que han motivado este cambio: “El nuevo logo, compuesto por cinco círculos, rescata y evoca el creado en 1984, para reconocer el legado de la compañía, y lo adapta y lo simplifica para proyectar su futuro, con una clara apuesta por la tecnología y los entornos digitales”, asegura Telefónica en un comunicado. Será la nueva imagen para los próximos 10 años. En cualquier caso, los diseñadores no se han esforzado mucho, que digamos.