• Rodrigo Echenique, el hombre sin cargo pero con más poder en el banco.
  • Concretamente, la pugna es entre Echenique y José Antonio Álvarez.
  • Y, consiguientemente, entre Echenique y Rami Aboukhair.
  • La dureza de Echenique se deja ver en la primera medida: despidos masivos.
  • La marca Popular desaparece a toda velocidad: ya no cotiza en bolsa y ahora, a quitar los carteles.
  • Ana Botín traslada, de hecho, la sede operativa del Santander de Boadilla a Castellana 24.
La absorción del Popular por parte del Santander significó la inmediata destitución del Consejo de Administración que presidía Emilio Saracho. ¿Quién se hará cargo del Popular durante el periodo de transición hasta su completa integración en el Santander? Lo desveló Ana Botín en la rueda de prensa del miércoles 7. Y entre todos los nombres, una ausencia más que destacada: la de Rodrigo Echenique, presidente de Santander España, entidad sin personalidad jurídica pero que funciona en la práctica como cualquier otra filial del grupo. En este sentido, Echenique es el hombre sin cargo pero con más poder en el banco. De la máxima confianza de la familia Botín, Echenique es, además, vicepresidente, consejero ejecutivo, y vocal de tres comisiones: Ejecutiva, de Innovación y Tencología, y de la Comisión Internacional. Ahí donde surge un 'marrón' y están en juego posiciones del Santander, acude Echenique para poner orden. Ha sido presidente no ejecutivo de NH Hotels Group, de Vocento, de la inmobiliaria Vallehermoso y de Merlin Properties. En la actualidad también es consejero no ejecutivo de Inditex. Casi nada. Por eso, llamó la atención que Botín ni le nombrara en la rueda de prensa del miércoles. De hecho, Botín estuvo acompañada del consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, y del consejero delegado de Santander España, Rami Aboukhair. Ni rastro de Echenique. Pero tranquilos, porque está en la pomada y con un papel destacadísimo. Fue el encargado -jueves 8- de animar a los principales directivos del Popular: "Es absolutamente necesario mantener a todos los clientes del Popular", les dijo. Sea como fuere, la absorción del Popular ha destapado la batalla entre Echenique y Álvarez y, consiguientemente, entre Echenique y Aboukhair. Los tres aspiran al 'delfinato' y solo uno puede alcanzarlo. De momento, la dureza de Echenique se deja ver en la primera medida: reducción de plantilla en 3.000 empleados, según el diario Expansión. El palo es duro y contrasta con las palabras de Álvarez: "La plantilla va a tener continuidad", aseguró el jueves. Lo cierto es que la reducción de oficinas y trabajadores sigue las órdenes del BCE. A todo esto, la marca Popular va desapareciendo a toda velocidad. Por supuesto, ya no cotiza en Bolsa y ahora, a quitar los carteles. Como el que había en la nueva sede que el banco se estaba construyendo en la salida de Madrid por la autovía de Zaragoza. Solo dos días después de la adjudicación al Santander, el cartel ha sido retirado. Por cierto, y hablando de sedes, Botín ha trasladado, de hecho, la del Santander, de Boadilla a Castellana 24, donde se celebró la rueda de prensa histórica del miércoles. A doña Ana no le gusta la Ciudad Financiera. Ella es más de ciudad. Y el aeropuerto está más a mano. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com