- Casi tres años después de la adjudicación de Aigües Ter Llobregat (ATLL) a los Entrecanales, el TSJC declara nulo el concurso.
- Cuatro políticos han quedado en ridículo: Artur Mas, Andreu Mas-Colell, Lluís Recoder y Santi Vila.
- Los más de 900 millones de euros que se apuntó la Generalitat pasarán a engrosar el déficit público catalán.
Si el libro Guinness de los récords tuviera un apartado sobre incumplimientos judiciales, sin duda, el presidente de la Generalitat tendría un lugar destacado, con foto y todo. Y es que ya acumula diez sentencias en contra de la adjudicación a
Acciona, del concurso para la privatización de
Aigües Ter-Llobregat (ATLL), siete del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (
TSJC) y tres del Tribunal Supremo (
TS). Pero
Artur Mas (
en la imagen) ni se inmuta.
Tampoco lo ha hecho tras al última sentencia del
TSJC, conocida este martes, que directamente declara "nulo" el concurso. ¿Por qué? El alto tribunal catalán argumenta que hubo confusión sobre el calendario de inversiones, concretamente, sobre si era vinculante u orientativo. Según el
TSJC, "la anulación debe extenderse al conjunto del procedimiento de contratación".
Aunque el Govern está estudiando la sentencia y todavía no ha decidido si la recurrirá al malvado
TS del malvado Estado español, algunas fuentes dan por hecho que lo hará. Hay que ganar tiempo (más) como sea. Por eso, también está sobre la mesa la posibilidad de pedir una aclaración al
TS sobre desde cuándo se debe considerar nulo el procedimiento: ¿Desde el principio o desde que se pidieron aclaraciones sobre el carácter del calendario de inversiones?
En cualquier caso, independientemente de lo que suceda en los próximos días, cuatro políticos han quedado en ridículo: el propio Mas, el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, el ex conseller de Territori i Sostenibilitat, Lluís Recoder –fue quien adjudicó
ATLL a Acciona y ahora trabaja en KPMG- y Santi Vila, sustituto de Recoder en el Govern.
Y todo esto sin olvidar la repercusión económica. En diciembre de 2012, la Generalitat ingresó 298,7 millones de euros y contabilizó otros 696,9 millones. Entonces, los más de 900 millones de euros sirvieron a Mas para maquillar las cuentas públicas del ejercicio. Pero eso fue hace casi tres años. Ahora, más pronto que tarde, esa misma cantidad pasará a engrosar el déficit de la Generalitat. Lo que no sabemos es si para entonces, Mas seguirá al frente del Govern.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com